Los cargadores aún no se deciden por el transporte aéreo pese a la quiebra de Hanjin

La situación ha generado un incremento en las tasas de flete aéreo, pero no hay suficientes evidencias que determinen un cambio en los modos de transporte elegidos.

14/02/2017 a las 8:01 h

Crece la carga transportada por Iberia La carga aérea sólo ocupa una pequeña parte del volumen del mercado, aunque se ha incrementado en el segundo semestre de 2016.

El caos logístico motivado por la quiebra de Hanjin ha permitido impulsar las tasas de flete aéreo en los últimos meses, pero no hay suficientes evidencias estadísticas que determinen un cambio por parte de los cargadores en los modos de transporte elegidos, según indica la consultora Drewry en su último informe.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha determinado que el tráfico de carga aérea global se ha incrementado un 3,8% en 2016, lo que sin duda supone un crecimiento más elevado de lo previsto, especialmente en el segundo semestre.

Esto podría deberse a un cambio temporal en el transporte elegido por los cargadores tras lo sucedido con la naviera surcoreana para adaptarse al debilitamiento de las condiciones del mercado, así como a un efecto rebote imprevisto en la demanda, que ha llevado a trasladar algunas operaciones al transporte aéreo.

No obstante, mientras los números señalan una tendencia a invertir en el transporte oceánico a largo plazo, es preciso recordar que la carga aérea ocupa sólo una pequeña parte del volumen del mercado, incluso comparando su cuota según el valor de la mercancía con el transporte de contenedores.

La carga aérea ha alcanzado el 2,5% del tonelaje total de Estados Unidos movido por aire o mar en 2016, aunque teniendo en cuenta el valor de la mercancía, el porcentaje de los bienes trasladados entre ambos modos correspondiente a la carga aérea asciende al 44%.

Impacto de la quiebra en el transporte aéreo

De este modo, la consultora ha utilizado los datos estadounidenses para cuantificar el efecto de la quiebra de Hanjin, principalmente porque es el único dato que divide tráfico aéreo y de contenedores, y por la importante presencia de la naviera en el comercio transpacífico entre Asia y Norteamérica.

El colapso del operador coincidió con un fuerte impulso de las tarifas aéreas de flete, que implica que se produjo un impacto en el mercado independientemente de la transferencia de mercancías de un modo a otro.

Asimismo, cabe destacar que el índice de tasas de transporte aéreo en el mercado transpacífico hacia el este ha aumentado un 22% en los tres meses posteriores, lo que supone un crecimiento mucho más rápido que el registrado en las rutas desde Asia hacia Europa.

Una de las razones es la creciente demanda en Estados Unidos, pero durante el cuarto trimestre el transporte aéreo ha crecido de forma significativa en sólo cuatro de las principales áreas que utilizan el transporte marítimo.

Si bien es cierto que en los dos principales ámbitos en que el transporte aéreo alcanza grandes volúmenes, los datos registrados por las aerolíneas han mejorado más de un tercio en el cuarto trimestre, se debe principalmente a un patrón estacional, ya que suele aumentar la carga en el periodo previo a las vacaciones de Navidad.

Al menos en lo que respecta al comercio de Asia hacia Estados Unidos, se ha registrado un trasvase limitado de la mercancía como consecuencia directa de la quiebra de Hanjin. 

Esto podría dar a los operadores aéreos un falso poder de negociación para incrementar los precios, ya que las líneas de contenedores aún no han perdido demasiada carga y no tienen por qué entrar en una competición.

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