La Asociación del Transporte Internacional por Carretera, Astic, considera necesario diferenciar entre distintos tipos de transporte internacionalpara, a partir de las diferentes características de la actividad, establecer las posibles medidas antidumpingque permitan luchar contra la competencia desleal de las empresas deslocalizadas en Europa del Este.
Por ejemplo, no se puede establecer las mismas normas para el transporte "accesorio" o triangularen el retorno a casa que para el transporte entre terceros "puro", que permite a un transportista realizar múltiples operaciones fuera de un país.
A este tipo de empresas, que operan con una ventaja cuestionable a nivel legal en un mercado global, se suman aquellas que realizan transporte bilateral entre dos regiones pero se deslocalizan a un tercer país para evadir impuestos, siendo estas las que más daño hacen al transporte por carretera español.
Una vez que se diferencian estas actividades, algunas posibles medidas para luchar contra el 'dumping social' serían la flexibilización de la vuelta a casa, para premiar a aquellas empresas que quieren retornar realmente a su país de origen. Bajo el mismo principio, se debería obligar a las empresas a que los conductores realizasen uno de cada dos descansos semanales en el país donde se encuentra su sede social.
Por otro lado, desde Astic también defienden que, si la mayoría del tiempo del conductor o la mayoría de los transportes se realiza en un país con origen o destino en un país que no es el de establecimiento de la empresa, la legislación de ese país debe aplicarse al contrato de trabajo.
Además, los transportistas también quieren que se pacte un "estatus específico" para los conductores que operan en el ámbito europeo sin retorno a ningún país concreto. Por ejemplo, que tras seis semanas de circulación por Europa tengan derecho a dos de vacaciones pagadas, u otras condiciones especiales establecidas con carácter europeo, con el fin de mejorar los derechos de los trabajadores.