Los sindicatos de la estiba del puerto de Valencia han convocado finalmente paros parciales, durante este jueves y viernes, ante la falta de acuerdo con la patronal por el convenio colectivo
La negociación a contrarreloj entre empresas y sindicatos para cerrar el convenio de la estiba, que según todas las previsiones debería de haberse firmado este pasado miércoles, tal y como estaba previsto, fracasó ante el Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL), al atascarse de nuevo la negociación en las tareas complementarias que pueden llevar a cabo los trabajadores.
Se achaca el desacuerdo a que la patronal "no ha ofrecido nada razonable ni nada concreto" y, de hecho, ha destacado que "las posturas se mantienen muy distantes porque no sólo no acepta la petición, sino que ha ido más allá en sus pretensiones".
Desde CCOO mantienen que "la postura es mucho más contraria que al principio", ya que "la patronal ahora propone una rebaja de precios que no se puede aceptar porque es algo que ya estaba acordado", y le reprochan que "se desdice respecto a lo acordado, por lo que el desacuerdo es cada vez mayor".
Los estibadores del puerto de Valencia harán huelga este jueves y el viernes, con paradas en horas alternas durante las dos jornadas, por falta de acuerdo con la patronal en las negociaciones del convenio colectivo, básicamente en torno a la inclusión de la reserva para este colectivo de determinadas actividades complementarias.
La huelga será de tres horas por cada turno de seis horas, pero se producirán en horas alternas, una de actividad seguida de otra de huelga. De esta forma los paros sumarán el 50% del tiempo efectivo de trabajo, "lo que resta aún más si cabe eficacia al servicio", según apuntan desde la Autoridad Portuaria.
Graves perjuicios en la actividad portuaria
Tanto desde la Autoridad Portuaria como desde la Sociedad de Estiba de Valencia (Sevasa-Sagep) se ha alertado de los graves perjuicios que supondrán los paros para el recinto portuario.
Las principales consecuencias y las más visibles serán las demoras provocadas en el tráfico portuario y en el transporte terrestre, ya que, en el mejor de los casos, los buques fondeados fuera del puerto acumularán retrasos esperando su entrada. Se estima que la huelga pueda afectar a una media de 2.500 camiones y 150 buques por cada jornada de huelga.
Además cabe la posibilidad de que los armadores decidan enviar sus buques a otros puertos, "lo que supondría, además de un mayor retraso en la llegada de la mercancía, un incremento de los costes logísticos", se apuntaba desde la Autoridad Portuaria.
Otras consecuencias probables son la creación de largas colas de camiones a la entrada del puerto, que no se puedan servir todas las operaciones, e incluso que se puedan producir algunos desabastecimientos.