La eurodiputada socialista Inés Ayala asegura que el proyecto del corredor “está consolidado en el programa de la Unión Europea desde hace años pero que el problema actual es la negociación de la financiación que se pondrá encima de la mesa en febrero de 2013”. Según avanzó a la prensa la eurodiputada, la cantidad que defienden populares y socialistas es un mínimo de 17.000 millones para los proyectos de corredor europeo y otras redes.
La representante socialista en la Comisión de Transportes ha señalo en Bruselas que ahora es el momento clave para fajarse en la reivindicación de los proyectos ferroviarios que afectan a España y adelantó que en Bruselas la posición de su grupo y la del PP, representada por Luis de Grandes, “es la misma en defensa de un único objetivo”. Ambos partidos defienden en el hemiciclo la línea por el litoral y el corredor atlántico.
De hecho, Ayala ha explicado que el propio comisario de Transportes de la Comisión Europea, Siim Kallas, ha abierto en su web un apartado para que se sumen todas las asociaciones e instituciones afectadas por los proyectos de transporte, como es el corredor Mediterráneo, para ejercer presión sobre el debate europeo que tiene que abordar el presupuesto de 2014 a 2020.
De hecho, ya hay cientos de asociaciones que se han sumado y empresas multinacionales de primer nivel. Entre las instituciones destaca la firma de la Autoridad Portuaria de Valencia con su presidente, Rafael Aznar, al frente así como la Universidad de Valencia y la Jaime I. Ayala apuntó que sería conveniente que la Generalitat Valenciana, como máxima institución de la Comunidad y defensora del proyecto, se sumara a la iniciativa de Kallas.
La eurodiputada apuntó también que se mantiene la cofinanciación del 40% para los proyectos de interoperabilidad y seguridad, donde se incluye el tercer carril de transporte ferroviario que el Gobierno Español ha planteado como la solución alternativa a la espera de la construcción del definitivo corredor ferroviario por el litoral mediterráneo.
Los eurodiputados españoles empiezan a diseñar la estrategia para conseguir la financiación de los ejes transeuropeos