Los transportistas riojanos, contra el desvío obligatorio de camiones de la N-232 a la AP-68

Las empresas de transporte de mercancías por carretera han visto cómo este desvío ha supuesto un aumento de los kilómetros que tienen que hacer sin que haya mejorado la seguridad vial de las carreteras riojanas.

24/04/2018 a las 20:57 h

Desde el pasado mes de diciembre, el tráfico de vehículos pesados se desvía en La Rioja desde la N-232 a la autopista de peaje AP-68, situación que, según calcula CETM La Rioja, supone que los kilómetros de determinados recorridos se han visto incrementados hasta en un 60%.

La N-232 es la única vía que vertebra la comunidad autónoma de La Rioja de este a oeste y, al tiempo, los escasos accesos con los que cuenta la AP-68a lo largo de los 150 kilómetros que tiene esta vía de peaje en la comunidad hacen que las empresas del sector tengan que dar grandes rodeos para poder hacer sus servicios de transporte.

En este sentido, los principales problemas de esta restricción en este sentido se encuentran en La Rioja Baja, donde cualquier vehículo pesado de cuatro ejes o más, para desplazarse desde Aldeanueva hasta Alfaro, tiene que retroceder hasta Calahorra para acceder a la AP-68, con lo que un recorrido de escasos 14 kilómetros y 16 minutos de duración se convierte ahora en un trayecto de 51 kilómetros y tres cuartos de hora.

De igual modo, acceder a poblaciones como El Villar de Arnedo o Pradejón conllevan desplazamientos hasta Calahorra por la AP-68 para regresar por la N-232, lo que supone aumentar los recorridos en 25,4 km y 21 minutos, con casos similares en los accesos a los municipios de Arnedo, Quel, Autol o Rincón de Soto.

CETM La Rioja estima, como refiere en un comunicado emitido esta semana, que estos trastornos no se traducen en "una mejora de la seguridad vial en la N232, ya que, al ser la única vía vertebradora de La Rioja ha de ser utilizada obligatoriamente por estos vehículos pesados para acceder a los puntos de carga o descarga de las mercancías que transportan" y denuncia que los incrementos en los kilómetros recorridos hace que aumente la contaminación y que se incrementen los tiempos de conducción de los chóferes.

Por otra parte, la organización provincial estima que estos incrementos de costes de transporte tienen una respuesta negativa en el resto de los sectores económicos de la región, restándole competitividad y eficiencia.

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