La aerolínea alemana Lufthansa opera desde la medianoche del pasado viernes día 4 con total normalidad, una vez concluidas las tres jornadas de huelga de sus pilotos que han obligado a cancelar unos 3.800 vuelos.
"Todo funciona con normalidad, no hemos sufrido ni siquiera retrasos aislados", indicó el sábado una portavoz de la primera aerolínea de Alemania, día en el que Lufthansa ha operado unas 1.800 conexiones desde Fráncfort, el aeropuerto de mayor tráfico aéreo del continente y el más afectado por los tres días de huelga, que también ha afectado a la filial de carga de Luthansa y su aerolínea de bajo coste, Germanwings.
De los 33 vuelos que tenía previstos Lufthansa Cargo, sólo se han operado 15, lo que ha afectado a 4.500 toneladas de carga.
Lufthansa prevé pérdidas millonarias por las tres jornadas sucesivas de paros de los pilotos, que representaron la mayor huelga de la historia para esa compañía, que fueron secundados de forma generalizada por los 4.500 pilotos de la compañía, mientras que por parte de la patronal no se ha presentado hasta ahora ninguna oferta salarial mejorada.
Se estima que el resultado de Lufthansa se pueda ver afectado en una cifra alta de dos dígitos de millones de euros, entre 25 y 30 millones de euros diarios, según algunos expertos.
La dirección de Lufthansa advirtió ayer que la huelga ha causado un gran daño de imagen, con el peligro de que muchos pasajeros busquen aerolíneas alternativas al no confiar en su fiabilidad.
Entre el miércoles y el viernes, Lufthansa ha tenido que suspender cerca de 3.800 vuelos, lo que ha supuesto la paralización del tráfico aéreo en los principales aeropuertos del país, como Fráncfort y en Múnich.
Unos 425.000 pasajeros se han visto afectados por la protesta de los pilotos, aunque no se vivieron situaciones de caos porque los usuarios estaban avisados.
El sindicato Cockpit de los pilotos, exige un aumento salarial del 10%, mientras que la compañía ofrece un subida escalonada del 5,2% más una paga única.
Además los pilotos quieren volver a negociar las pensiones de jubilación y mantener su jubilación transitoria, pagos que permitían a los capitanes, hasta ahora, prejubilarse a partir de los 55 años con un 60 % de su sueldo base.