Luis Simoes mejora sus relaciones internacionales gracias a su actividad como depósito aduanero

Estos almacenes permiten a las empresas disponer de stock para tener cubiertas sus necesidades sin necesidad de esperar a recibir mercancía desde el proveedor en caso de que surgiera una rotura de stock y sin necesidad de desembolsar los impuestos derivados de la importación.

14/06/2013 a las 1:02 h

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Luis Simoes está potenciando su actividad como depósito aduanero, gracias, sobre todo, a la incorporación de nuevos clientes. Así, tratará de dar respuesta al aumento de la demanda que prevé de este servicio a lo largo del presente año.

En la actualidad el grupo dispone de tres depósitos aduaneros: en Alovera, Guadalajara, en Barcelona y en Valencia. Precisamente el primero ha sido ampliado hace tan sólo unos meses. Así, el espacio de Alovera pasó a finales de 2012 de 5.000 a 27.000 m² y, en el acumulado dle año, ya ha registrado un tercio de las entradas totales que se realizaron durante el pasado ejercicio.

Los depósitos aduaneros surgen para mejorar las relaciones internacionales, incentivando las importaciones y exportaciones de mercancía entre los diferentes países. Los usuarios de este tipo de almacenes son sobre todo importadores de mercancía de alto valor y con media o poca rotación. En los últimos años, y debido a la influencia cada vez mayor del mercado asiático, esta figura ha ido creciendo.

En cuanto a las ventajas que para los clientes supone el uso de este tipo de almacenes, destaca que les permite disponer de stock para tener cubiertas sus necesidades sin necesidad de esperar las semanas que tardarían en traer la mercancía desde el proveedor en caso de que surgiera una rotura de stock y sin necesidad de desembolsar los impuestos derivados de la importación hasta no tener la seguridad de que el producto lo tienen vendido a clientes españoles.

Además, cuando tienen la seguridad de que el producto no se va a vender en España, tienen la posibilidad, de una manera más fácil y económica, de, o bien enviarlo en régimen suspensivo a otro país miembro de la UE, o de exportar a fuera de la Unión. De cualquiera de las dos maneras, la mercancía pagará los impuestos correspondientes de importación en el país de destino.

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