Europa aprueba los nuevos test de emisiones.
El Consejo Europeo ha dado luz verde, en su reunión de 12 de febrero, a la adopción del segundo paquete de reglas para introducir losnuevos tests de emisiones en condiciones reales de conducción (RDE), con lo que la Comisión ya puede adoptar el Reglamento.
Los nuevos test reciben luz verde apenas una semana después de que el Parlamento Europeo aprobase, a instancias de la Comisión Europea, la propuesta por la que se pretende elevar los límites de emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) un 110% para los vehículos diésel en estas nuevas pruebas.
Según indican desde el Consejo, los nuevos tests están destinados a medir con mayor precisión las emisiones contaminantes de los vehículos, y se hacen necesarios porque estos generan más emisiones en recorridos reales que en las pruebas de los laboratorios de los fabricantes.
El segundo paquete de pruebas RDE establece los límites de emisión aplicables en estas pruebas y las fechas en que éstos se aplicarán a los nuevos modelos y a los nuevos vehículos.
Los nuevos modelos deberán someterse a estas pruebas a partir de septiembre de 2017,mientras que los nuevos vehículos lo harán a partir de septiembre de 2019.
Dos etapas
El proceso constará de dos etapas. Durante el primer período, se permitirá elevar hasta el 110% el límite de emisiones de los vehículos diésel, con el objetivo de dar tiempo a los fabricantes de adaptarse progresivamente a las nuevas normas RDE. No obstante, este beneficio será eliminado como muy tarde en el año 2021.
En una segunda etapa, a partir de enero 2020 para nuevos modelos y de enero de 2021 para vehículos nuevos, todavía cabrá la posibilidad de aplicar un factor de conformidad, es decir, elevar el límite de las emisiones máximas de nuevo. No obstante, este no alcanzará el 110% y, además, será revisado anualmente para tener en cuenta las mejoras técnicas en los equipos de prueba.
El segundo paquete también recoge las directrices por las que se han de guiar las pruebas, junto a una serie de normas para mejorar la supervisión de las emisiones de los vehículos, entre las que se encuentran una mayor transparencia de los fabricantes con las autoridades.