El director general de Maersk Line, Soren Skou, declaró recientemente que “con este ajuste, reduciremos nuestra capacidad entre Asia y Europa para mejorar el uso de los buques sin renunciar a la cuota de mercado que hemos obtenido en los últimos dos años”.
Para acometer la reducción de la capacidad, cuentan con un acuerdo para compartir buques con la naviera francesa de portacontenedores CMA-CGM. Con este acuerdo, Maersk Line pretende ahorrar en costes mientras mantiene una cobertura completa y competitiva con sus clientes.
Esta cooperación también beneficia a Maersk en la reducción de costes de servicio en los mercados del oeste mediterráneo, lo que permite a la naviera implementar su servicio a las zonas donde más se necesitan.
A principios de año, un informe de Alphaliner predijo que el tráfico de contenedores entre Europa y Extremo Oriente experimentaría una desaceleración en su crecimiento hasta un 1,5% en 2012, desde un 2,8% en 2011, debido a un debilitamiento de las perspectivas económicas en Europa. La industria de los buques portacontenedores, por el contrario, se espera que crezca un 8,3% durante este año.
Para Vincent Clerc, jefe de producto y director de Producción de Maersk, "la ruta Asia-Europa sigue siendo la más activa del mundo, pero el suministro de buques que operan actualmente en este recorrido supera a la propia demanda, por lo que es preciso racionalizar el servicio”.
Maersk también considerará otras oportunidades que se puedan presentar, con el fin de reducir capacidad. La decisión de suspender todas las reservas, así como la duración de esta suspensión de reserva es muy inusual, ya que según Stephen Fletcher, director comercial de Alphaliner “los volúmenes de carga hacia el este de Europa por lo general representan menos de la mitad que los volúmenes hacia el oeste”.