El presidente del puerto de Sevilla, Manuel Gracia, se ha reunido con la prensa en la sede del CEU Andalucía en Sevilla.
Los puertos de Sevilla y Huelva siguen manteniendo reuniones, a instancias de la Junta de Andalucía, para encontrar una soluciónque satisfaga en parte los intereses particulares de todos los actores relacionados con la Terminal Logística Ferroviaria de Majarabique.
El "conflicto" abierto entre ambos puertos, y avivado desde diferentes grupos de presión, parecía haber llegado a su fin con la adjudicación al puerto de Huelva de la explotación de la terminal ferroviaria por parte de Adif.
No obstante, a tenor de las declaraciones del presidente del puerto de Sevilla, Manuel Gracia, en un encuentro organizado en la Fundación San Pablo Andalucía CEU, parece que la adjudicación al puerto onubense de una infraestructura próxima al puerto sevillano no termina de convencer en los muelles de la capital sevillana.
Si bien es cierto que la prudencia ha primado en las declaraciones de Gracia, quien ha asegurado que “la operación Majarabique merecerá la pena si suma nuevos tráficos para Andalucía” y ha hecho hincapié en la importancia de “sumar siempre para crecer”, también ha expresado que "se deben salvaguardar los intereses legítimos de Sevilla y Huelva y no distorsionar la competencia".
Y es que una de las cuestiones que más preocupan en el puerto sevillano es que Huelva pueda implantar tarifas de transporte ferroviario que no estén sujetas a las limitaciones que impone el dominio público portuario.
Gracia ha apelado al necesario incremento de las relaciones entre los puertos de Sevilla, Cádiz y Huelva para hacer frente a las oportunidades del creciente mercado del norte de África y América y el norte de Europa. De hecho, con la finalidad de "aprovechar el potencial logístico de Andalucía", el puerto de Sevilla ha propuesto a la Junta la creación de un órgano de coordinación de los puertos de la Comunidad Autónoma.
En este contexto, cabe recordar la política auspiciada desde Puertos del Estado, que defiende que los puertos españoles deben competir entre ellos para mejorar la eficiencia de todo el sistema portuario.