Refiriéndose a la situación actual del transporte marítimo en el ámbito internacional, Adolfo Utor quiso señalar que la crisis financiera internacional "puede considerarse ya superada”, como demuestra el crecimiento en un 5,0% del PIB mundial y en un 7,4% del comercio marítimo en 2010. En el mismo sentido se dieron a conocer otros datos como la tasa de crecimiento del comercio mundial que ha vuelto a colocarse por encima del índice de crecimiento económico, lo que demuestra que el transporte marítimo, como vehículo necesario del comercio mundial, va adquiriendo un carácter cada vez más imprescindible y más esencial para nuestra sociedad.
Utor enfatizó en los que considera grandes retos del transporte marítimo internacional: la piratería y la sostenibilidad. Quiso profundizar en el primero de ellos describiéndolo como un atentado contra la libertad de comercio y el transporte marítimo, y un verdadero drama humano. En ese sentido recordó que el coste total en 2010 de la piratería, por todos los conceptos, es de unos 10.200 millones de dólares. La carencia de un Convenio internacional que pueda servir de modelo, hace, como ha señalado, que exista una gran dispersión de legislaciones entre los diferentes países. Este hecho, insiste, podría convertir la piratería en un problema crónico.
En materia de sostenibilidad, el desafío que se nos plantea, según el análisis del Secretario de Estado, se refiere a otro frente difícil de combatir: las emisiones a la atmósfera procedentes de buques, bien sean de gases contaminantes, como los óxidos de azufre y de nitrógeno, o bien de gases de efecto invernadero, como especialmente el CO2. Esta alarmante situación conduce a la necesidad de que la UE plantee en la OMI la necesidad de una estrategia que analice conjuntamente la regulación de las emisiones de CO2 y de óxidos de azufre.
Normativa europea de emisiones
Desde la Asamblea también se denunció que la nueva normativa europea sobre emisiones corre el riesgo de multiplicar los costes del transporte marítimo, reducir su competitividad y hacer que los tráficos que están optando por el transporte marítimo de corta distancia regresen de nuevo al modo carretera. Asunto que consideran de vital importancia dado que España, es el tercer país de la UE en comercio marítimo y el quinto en PIB, pero ocupa sólo el lugar undécimo en flota mercante controlada y el duodécimo en flota mercante de pabellón nacional. Estos datos recuerdan el notable potencial para el crecimiento de las empresas y del empleo en este sector, siempre que el marco sea propicio.
En el desarrollo de la Asamblea, Isaías Táboas, secretario de Estado de Transportes, puso de manifiesto su confianza en el sector y en el conjunto de la economía española, añadiendo que “el transporte marítimo es clave para España en un periodo clave”. Para mejorar el sector, Táboas expuso la necesidad de una visión de conjunto entre todos los organismos relacionados. A este respecto, ha considerado de vital importancia el avance en la vertiente tecnológica y la investigación, aunque reconoce el esfuerzo de mejora continuada en este sentido.
También ha querido destacar algunas medidas concretas en las que se está trabajando desde el Ministerio. Por ejemplo, los reales decretos en materia de accidentes marítimos y mecanismos de administración en prevención de la contaminación marítima accidental, aprobados en el mes de junio, el observatorio permanente del mercado de servicios portuarios que se espera abrir en otoño y la revisión del impuesto de transporte de mercancías vía marítima y por ferrocarril. Así mismo, ha recordado que desde el Ministerio se sigue trabajando en la incorporación del corredor ferroviario mediterráneo como red europea prioritaria de transporte, algo que redundaría en una mejora del servicio marítimo de transporte.