"Este 2015 concluirán en su práctica totalidad el grueso de los trabajos en un porcentaje muy elevado, y a principios de 2016 el Corredor Mediterráneo estará funcionando en el tramo desde Murcia, o principalmente desde Valencia, hasta arriba", ha asegurado el secretario de Estado de Infraestructuras del Gobierno, Julio Gómez-Pomar tras participar en el II Encuentro Corredor Ferroviario del Mediterráneo.
El secretario de Estado ha afirmado que en el 2015 se habrán ejecutado el grueso de los trabajos y que 2016 será un año para consolidar tráficos.
Por su parte, el consejero del gobierno autonómico Santi Vila, ha criticado nuevamente el retraso que ha sufrido este eje estratégico, debido, a su juicio, a priorizar obras en función de criterios políticos y no de retorno de inversión.
Aunque ha valorado positivamente que finalmente se hayan retomado las obras de desdoblamiento entre Vandellós y Tarragona, pero se ha mostrado escéptico con el tramo entre Tarragona y Castellbisbal, donde han caducado algunas adjudicaciones: "Confieso que no estoy en condiciones de dar un calendario de cuándo empezarán o acabarán estas obras, pero es un tema muy relevante porque es un objetivo de legislatura".
Una vez más, ha recalcado que el Corredor Mediterráneo, que concentra el 50% de la población y el 60% de las exportaciones del conjunto de España, no es una cuestión identitaria, sino que es una cuestión urgente y estratégica para todo el país, ya que supondrá ser la puerta de acceso al sur de Europa.
Así, pese a valorar positivamente que se hayan iniciado las obras de los accesos viarios del Puerto de Barcelona, ha criticado que no se hayan licitado los trabajos para los accesos ferroviarios: "No sé por qué no han comenzado. Nos tendrán que dar una explicación y ésta deberá ser solvente. Nadie entiende que sea infinitamente más caro trasladar un contenedor a Madrid o Zaragoza que a Lyon".
"Llegamos al final de la legislatura con un suspenso de las formaciones que tenemos responsabilidad de Gobierno. No sería justo, Secretario, si le dijera que no se ha trabajado, pero en mi opinión, ha sido insuficiente", le ha espetado Vila.
Por su parte, para Gómez-Pomar "el Corredor Mediterráneo es prioritario para el Gobierno, al que le preocupan los tiempos pero le preocupa más hacerlo bien", y para hacerlo bien no sólo se debe actuar sobre la infraestructura ferroviaria, sino en las conexiones ferroportuarias, y en que el transporte de mercancías por ferrocarril predomine sobre el transporte por carretera.
En este sentido, ha defendido que la adopción del tercer hilo, para compatibilizar el ancho ibérico con el internacional, en lugar de implantar directamente el internacional, ha supuesto un retraso de los trabajos, pero que ha sido necesario para adaptarse a los transportistas, que mueven el 99% de las mercancías en ancho ibérico: "El retraso tiene que ver con hacer las cosas debidamente y no con haber corrido y habernos encontrado con un problema de circulación".
En el Corredor, se habrán invertido desde 2012 un total de 5.000 millones de euros, en unas obras complejas por la cantidad de circulaciones —102 entre Valencia y Tarragona semanales— y por la confluencia de diversos trenes —media distancia, cercanías, etcétera.— por la misma vía, lo que obliga a trabajar en horario nocturno para reducir afectaciones.