Una vez realizada el pasado viernes 15 la presentación comercial y su propuesta para la puesta en marcha de la autopista del mar de Vigo por parte de la naviera Suardiaz, Puertos del Estado tiene hasta el próximo mes de marzo para que este proyecto sea incluido en el programa TEN-T de la Unión Europea (UE), lo que permitirá a los gobiernos español y francés dar ayudas a la explotación del servicio sin riesgo de que Bruselas las considere ilegales.
Según han confirmado fuentes de Suardiaz a cadenadesuministro.es, si finalmente se consigue el plácet de Bruselas para la puesta en marcha del proyecto con las nuevas sugerencias hechas, la naviera es partidaria de solicitar la financiación necesaria vía el programa TEN-T “porque el inicio de las operaciones sería más rápido”. En cambio, si la subvención se canalizara a través del programa Marco Polo, considera que el comienzo de la actividad podría demorarse hasta finales de año, “con lo que 2013 estaría ya perdido, y se tendría que empezar el año que viene”, asegura la misma fuente.
En cualquier caso, Suardiaz no pierde el tiempo y reconoce que ya ha empezado a trabajar comercialmente el proyecto, sobre todo en el mercado español y portugués. “Estos dos mercados ya están muy trabajados y ahora hemos iniciado la labor comercial en otros, especialmente Francia”, eso sí, advierte la compañía “es una labor a beneficio de inventario, porque si finalmente la autopista no sale por algún motivo será un trabajo perdido, aunque parte se podría aprovechar para la autopista del mar de Gijón”.
Según la naviera presidida por Juan Riva, la comercialización de la línea de Vigo en el mercado galo está resultado complicada al no encontrar cargas estables porque “la realidad es que la descompensación en los tráficos es importante, ya que España está importando poco y no hay un flujo continuado de mercancías para los retornos”, apunta el responsable.
Atraer un 3% de cargas de la carretera
En cuanto a los objetivos que tiene Suardiaz con la autopista del Mar de Vigo, apunta a este diario que el plan inicial es lograr captar para el barco “aproximadamente un 3% del total de carga que atraviesa los Pirineos por carretera, en un planteamiento muy prudente”.
En este sentido, tiene muy claro que si la oferta final que se ponga en el mercado, compensa en coste y tiempo a los transportistas “cogerán la línea, porque de lo contrario ya podemos poner un barco fabuloso que no vendrán. Al final, el último euro es lo que va a prevalecer, es un tema que asumimos plenamente”.
Otro matiz al que no se es ajeno desde la naviera es que los transportistas pequeños españoles no tienen cultura de “soltar el volante” y subirse al barco, "a diferencia de lo que pasa con los camioneros del Báltico”. Aquí, reconoce el portavoz de la naviera, "hay mucho pequeño transportista que le cuesta mucho soltar el camión, y la solución pasaría por lograr acarreos en Francia”.
Por ello, se analiza en estos momentos la posibilidad de ofrecer facilidades a los transportistas a través de una empresa filial de transporte de pueda dar soporte y estructura a los pequeños transportistas españoles en Francia y conseguirles cargas de retorno o gestión del vehículo o del semirremolque como base logística. Es un análisis, deja claro, “que realizamos para hacer más atractiva la oferta comercial de la línea cuando se ponga en marcha, pero no hay nada concretado todavía”.
Por lo demás, Suardiaz incide que como se gestionen burocráticamente los Gobiernos español y francés ante Bruselas la puesta en marcha del proyecto y la financiación que podrá recibir es un asunto “que se nos escapa, no es un ámbito de nuestra responsabilidad”.
El proyecto no puede terminar en un "rescate" como las autopistas de peaje
“Se ha visto que somos una empresa seria con un planteamiento profesional, aunque hay sus riesgos, pero se ve que hay posibilidades”, se reitera desde Suardiaz que, al mismo tiempo, recuerda que “no nos presentamos inicialmente al concurso de las autopistas de mar hispano-francesas para ninguna de las dos líneas y al final estamos involucrada en las dos, porque las cosas se reconducen a su camino natural y los experimentos artificiales son muy difíciles de sostener, sobre todo hoy en día en que la crisis ha puesto a cada uno en su sitio”, señala en clara alusión a las navieras predecesoras que han intentado poner en marcha este proyecto sin conseguirlo.
Asimismo, desde la compañía se insiste en que tiene que consolidar “poco a poco” la autopista porque no es fácil complementar las cargas que se exigen en el pliego de condiciones. ”Hay que ser prudentes, porque esto no puede terminar en un rescate como está pasando con las autopistas de peaje. Por ello, se debe avanzar hasta dónde se pueda y por fases para consolidar”.
Una vez que se obtenga el plácet definitivo, la naviera tiene que organizar sus líneas para liberar un barco y complementar el servicio que está haciendo en estos momentos para Gefco.