Ucrania ha procedido al cierre de cuatro puertos situados en el Mar Negro y el Mar de Azov, después de que hayan sido tomados por las fuerzas rusas.
Así lo han explicado recientemente desde el Gobierno ucraniano, indicando que los puertos de Mariupol, Berdiansk y Skadovsk, en el Mar de Azov, y el de Kherson, en el Mar Negro, se mantendrán cerrados hasta que se recupere el control sobre ellos.
La medida ha sido adoptada ante la imposibilidad de dar servicio a buques y pasajeros, o desarrollar operaciones de carga y otras actividades relacionadas, con el apropiados nivel de seguridad para la navegación.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, ha advertido de la pérdida de tráficos de decenas de millones de toneladas de productos agrícolas por el control que ejerce Rusia en el Mar Negro, lo que está generando una crisis de suministros en el sector de la alimentación que podría afectar a Europa, Asia y África.
En este sentido, aunque tradicionalmente se han exportado los productos agrícolas desde Ucrania por mar, en los últimos tiempos el país ha tenido que recurrir al transporte ferroviario o los pequeños puertos fluviales del Danubio.
