Un año después de la entrega de la primera vacuna, UPS ya ha superado la marca de los 1.000 millones de dosis repartidas a través de su división 'Healthcare'. Este hito ha sido posible gracias a un enfoque innovador, la aplicación de tecnologías de seguimiento y soluciones para la cadena de frío, y la capacidad de su red mundial.
En total, se han diseñado unas 500 rutas comerciales para garantizar el envío de vacunas a cualquier parte del mundo, utilizando más de 1,3 millones de kilos de hielo seco para un transporte seguro de las dosis.
Además, el operador cuenta con tres centros de control disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana, dedicados a gestionar el traslado mundial de vacunas para garantizar la entrega a tiempo, con planes de contingencia y soluciones para reducir los riesgos de condiciones climáticas extremas y otros obstáculos.
Igualmente, la visibilidad en tiempo real de la ubicación de las vacunas está garantizada por UPS Premier, que proporciona una visibilidad precisa de cada paquete de vacunas, hasta tres metros de su ubicación, en cualquier lugar en la red.
Los empleados han sido esenciales en la lucha contra el Covid-19, pues según destacan desde el operador, han trabajado incansablemente, junto con los socios y clientes, para acelerar la distribución de las vacunas.
En este sentido, conviene apuntar que UPS ha participado en diferentes asociaciones público-privadas para proporcionar vacunas y experiencia en la cadena de frío a países con poblaciones de difícil acceso. Así, ha donado ultracongeladores y entregado vacunas en especie para su distribución en zonas remotas y rurales en África, Sudamérica, Asia, Norteamérica y Europa.
También se ha asociado con Gavi y otras organizaciones para impartir formación y gestionar el traslado de vacunas ultrafrías en naciones Covax, y ha incorporado expertos en logística en países como Indonesia y Malaui para organizar de forma total y segura la distribución. Por otro lado, ha apoyado 130 ensayos clínicos de vacunas hasta la fecha.
