Vindskip, el proyecto de buque-vela

El buque ro-ro utilizaría tanto el GNL como la fuerza eólica para su impulso, convirtiendo las fuerzas de arrastre negativas del viento en positivas gracias a la construcción de un casco en forma de vela gigante.

20/07/2014 a las 11:35 h

Proyecto Vindskip, diseño de buque roro con forma de vela gigante

Con un casco en forma de una enorme vela para aprovechar la energía del viento y propulsar la embarcación hacia delante, el concepto Vindskip, en inglés Windship, podría revolucionar la industria del transporte de carga y de vehículos, ya que podrían reducirse las emisiones de CO2 en un 80% y el consumo del combustible en casi un 60%.

La característica más llamativa es la creación de un casco aerodinámico que, al actuar como una superficie de sustentación gigante, podría ahorrar casi dos tercios de la energía utilizada por los buques convencionales de carga.

La empresa noruega de diseño Lade AS, que trabaja en el desarrollo Vindskip, ha basado su modelo marítimo en el principio de sustentación aerodinámica utilizado en el diseño de los aviones. En concreto, las aeronaves utilizan la forma de su casco para generar una fuerza positiva que ayude a los motores a propulsarse hacia adelante.

Según la empresa, es muy poco probable que este barco esté propulsado únicamente con energía eólica. Por ello, se ha propuesto un diseño que use el gas natural licuado (GNL) como combustible complementario, para proporcionar la potencia necesaria al comienzo y durante el trayecto. Sin embargo, como el casco funciona con un motor que usa tanto el gas natural licuado como el viento, podrá aprovechar el viento que se genere en la propulsión del barco. En general, estos sistemas proporcionarían un empuje positivo para al menos un 45% del trayecto.

De esta forma, el Vindskip contaría con un casco en forma de vela gigante para generar un impulso hacia adelante aprovechando la fuerza del viento. Con la instalación de una tecnología avanzada de a bordo, se podría calcular constantemente la dirección y velocidad del viento, a la vez que se usarían los algoritmos del GPS y los satélites meteorológicos para calcular las rutas que supongan mayor eficiencia energética o sean más rentable.

Utilizar las fuerzas de arrastre negativas del viento y convertirlas en energía positiva para propulsar el buque puede ser un concepto innovador en la industria marítima. Además, el diseño de este buque ro-ro incluye espacio para un máximo de 7.000 vehículos y no se descarta diseñar cruceros en un futuro próximo.

De momento, ya se han probado algunos modelos del casco a pequeña escala en un túnel de viento en Inglaterra, aunque aún no se han podido probar la eficiencia en el ahorro de combustibles y la reducción de emisiones a gran escala.

Sin embargo, la empresa ya está en contacto con propietarios de buques y astilleros para empezar a comercializar el diseño de los buques y se espera que el primer barco Vindskip comience a construirse en tres años. El proyecto está financiado por Innovation Norway, una agencia del gobierno noruego, dos inversores privados y Lade AS.

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