La incertidumbre en el sector no se acabará hasta que no se deje sin efecto el anteproyecto de Ley de lucha contra el Fraude Fiscal, que dificultará el "ejercicio pacífico" de los servicios aduaneros.
El nuevo CAU introduce entre sus principales novedades la obligatoriedad de que las terminales portuarias deban estar acreditadas por la administración aduanera como Almacén de Depósito Temporal.