Entre los aspectos que se mencionan en el documento enviado, figuran los problemas derivados de la gestión de colas en las terminales, la supervisión de contenedores vacíos o la lucha contra el intrusismo.
La entrada en vigor de estos desvíos supone "un nuevo revés al transporte por carretera" que tendrá consecuencias sobre los márgenes de beneficio de un sector "permanentemente acosado" por factores externos.
Sobre todo en lo relativo al proceso de aprendizaje de los conductores, a la instauración del sistema y a la conectividad de las terminales.
Esta practica es, según denuncian, "habitual en los puertos del Estado", pero en ella el transportista asume una función que "en ningún caso debería corresponderle" y frente a la que reclaman una alternativa.
La situación actual está generando pérdidas millonarias para los profesionales del transporte, la parte más débil de la cadena, que según la cooperativa deberían asumir de algún modo las terminales.
La situación está restando competitividad al recinto portuario y generando graves perjuicios económicos al sector del transporte, además de suponer un gran estrés para los profesionales.
Esta situación resulta especialmente grave dado que esta organización profesional lleva años luchando contra el fraude en el sector.
Las esperas ya duran más de tres horas, según Cotraport, que exige soluciones a la Autoridad Portuaria para una situación "totalmente inadmisible".
El colapso del tráfico en el interior del recinto, con colas de camiones que llegan a superar las dos horas, altera "gravemente" el normal funcionamiento de la actividad.
En noviembre de 2017, la cooperativa ya había informado al Ministerio de Fomento sobre los problemas derivados del incumplimiento del pliego de condiciones para el transporte de contenedores.