Los transportistas de la zona han acogido la medida, que califican de pragmática, con satisfacción, ya que no penalizará su rentabilidad.
La medida podría aplicarse a los vehículos pesados y los comerciales ligeros que utilizan la red nacional de carreteras, con lo que se podría recaudar unos 550 millones de euros anuales.
La medida afectaría a los 100.000 camiones españoles autorizados para el transporte internacional que utilizan las carreteras francesas.
Los transportistas franceses aseguran que el sector ya está pagando la ecotasa por el incremento del impuesto al gasóleo desde enero de 2015.
El Consejo de Estado recuerda al gobierno que está obligado a tomar las medidas necesarias para garantizar la aplicación de esta medida "que no ha sido derogada".
Un nuevo programa de calidad de aire apunta a una ecotasa regional y los transportistas solicitan al gobierno que se pronuncie "de una vez por todas".
Si bien no se ha presentado un proyecto formal, la administración gala ya empieza a exponer sus ideas sobre la posibilidad de retomar la implantación el impuesto.
El país galo tiene una estructura similar a países donde el pago por uso de las carreteras se ha establecido con éxito.
La Administración retrasa a 2017 la reforma o recisión de los contratos con las concesionarias de autopistas, algo que estaba previsto abordar en 2016.
El gobierno francés ha confirmado la decisión de rescindir el contrato con Ecomouv, la sociedad encargada de la recaudación de la Ecotasa.
En relación a la suspensión de la 'ecotasa', según la asociación, se ha conseguido cambiar la situación ya que, lo que en un primer momento parecía una "causa perdida", se ha convertido en la "utopía" de suspender el impuesto.
España era uno de los principales países afectados por la 'ecotasa', ya que la mayor parte de los 100.000 camiones españoles que realizan transporte internacional tienen que usar obligatoriamente la red viaria francesa.
Las amenazas de movilizaciones por parte de las organizaciones de transportistas ha llevado al gobierno francés ha retrasar 'sine die' la entrada en vigor del impuesto ambiental y constituir un grupo de trabajo, para buscar alternativas.
Los precios establecidos para el peaje en tránsito francés, oscilan entre los 7,5 y los 18,5 céntimos de euro por kilómetro, aunque el gobierno planea ciertas rutas con "tarifa plana" para no incrementar el coste en diferentes zonas.
La tasa comenzará un periodo experimental desde el próximo 1 de octubre hasta que entre en vigor el próximo 1 de enero.
Según la federación, el nivel de las tasas ha llegado "a su punto crítico", por lo que la industria "no tiene capacidad" para soportar un nuevo peaje adicional.
El sector del transporte por carretera francés exige ser consultado para adoptar soluciones con respecto a la implantación de la 'ecotasa' francesa, y solicitan la supresión de la misma hasta que las reuniones se produzcan.
Con el objetivo de boicotear el inicio de lo que los transportistas franceses consideran como la nueva 'ecotasa', la asociación de transporte ha recomendado no registrarse en Ecomouv para contratar el pago del 'nuevo peaje en tránsito', cuyas primeras pruebas comenzarán en octubre.
"Ni la reducción en los kilómetros en los que se aplicará el peaje, ni el aumento del precio del transporte, ni el descenso de lo recaudado a 560 millones van a calmar los ánimos" en el sector del transporte, según ha afirmado la OTRE a través de una carta abierta.
Para liquidar este impuesto, los vehículos matriculados en Francia no deberán disponer de un equipo integrado de forma permanente, algo que sí se contemplaba en el proyecto para el impuesto medioambiental.