Es preciso fijar objetivos vinculantes para la electrificación, dado que España se sitúa lejos del ritmo de desarrollo europeo tanto en penetración del vehículo electrificado como en la instalación de puntos de recarga.
La primera conexión de ferry autónoma del mundo entre entre las ciudades noruegas de Lavik y Oppedal, será una realidad en septiembre de 2026, cuando entren en servicio los cuatro ferries autónomos eléctricos de cero emisiones netas encargados por la naviera.
El punto de recarga instalado en un concesionario de la marca en los Países Bajos se alimenta con energía solar para abastecer a los camiones que salen del taller y a un cargador superrápido público.
El objetivo es que los puertos estén preparados para suministrar energía eléctrica, preferiblemente renovable, a los barcos portacontenedores, de pasaje, cruceros y ferries antes del 2030.
Es necesario contar con un mercado fuerte y una industria robusta, que permita atraer inversiones vinculadas al vehículo eléctrico a través de medidas transversales a toda la cadena de valor.
El proyecto de conexión eléctrica a buques en el muelle Transversal de Costa del puerto de Valencia tiene un presupuesto base de 12,47 millones de euros y se ejecutará en paralelo a las obras de la nueva subestación eléctrica.
El puerto de Bilbao destinará hasta 8,6 millones de euros para tender las líneas de alta tensión que permitirán el abastecimiento de electricidad a buques en Santurce.
La iniciativa BlueBARGE, coordinada por ABS Hellenic Single Member y en la que participa activamente la Fundación Valenciaport, cuenta con un presupuesto total de más de 11 millones de euros, cofinanciados por el programa Horizonte Europa.