Los fletes entran en período de espera a ver si las tensiones en el mar Rojo se alargan impulsando subidas de cara al inicio de la temporada alta del tercer trimestre de 2024.
Tras un inicio de año turbulento y varias semanas a la baja, los fletes en las principales rutas marítimas de exportación desde Astia podrían haber tocado fondo a primeros de abril.
Con las navieras ya adaptadas a los cambios introducidos en las rutas por el mar Rojo, los fletes parecen entrar en una fase de estabilidad alejados de los máximos del pasado mes de enero.
Los fletes en las principales líneas que parten de Asia han caído moderadamente en la última semana y adelantan una tendencia que podría mantenerse en un escenario de demanda poco activa.
El transporte marítimo va recuperando fluidez a medida que adapta el servicio a la situación bélica en el mar Rojo y los flujos de contenedores vacíos recuperan cierta normalidad.
Parece que se relaja un tanto la presión sobre los fletes, con la demanda entrando en temporada baja y el despliegue de más capacidad para hacer frente a la situación bélica en el mar Rojo.
En la última semana se detecta un cambio en la evolución de los fletes, especialmente en los de los servicios que enlazan Asia con el norte de Europa y el Mediterráneo.
Se abren dos semanas clave para ver si la crisis bélica que afecta al tráfico en el Mar Rojo deriva en una situación global de escasez de contenedores y de congestión portuaria.