La mejoría de la coyuntura económica global y el impulso del comercio electrónico impulsan el crecimiento del sector de carga aérea a los niveles del verano de 2021, aunque la evolución de la economía china aporta incertidumbre de cara al futuro.
Iata introduce más de 300 novedades en sus directrices para operativas de carga aérea y handling que afectan a diversos tipos de productos, desde dispositivos electrónicos a animales vivos y refrigerados, entre otros.
La demanda global de carga aérea registra un fuerte impulso en los últimos meses de 2023, aunque termina el año un 1,9% por debajo del registro de 2022.
Iata y Oaci impulsarán nievas líneas de colaboración en protocolos para reforzar la seguridad y la eficiencia transporte aéreo de mercancías peligrosas.
Esta certificación valida los esfuerzos de la aerolínea por cumplir las normas más estrictas del transporte aéreo de mercancías en materia de seguridad alimentaria y por evitar el desperdicio de alimentos.
La demanda de servicios de carga aérea crece con fuerza en noviembre, impulsada por una cierta recuperación del comercio internacional, el control de la inflación y la pujanza de los envíos de comercio electrónico desde China.
El estancamiento del comercio internacional provocará, según Iata, que los ingresos de la carga aérea mundial retrocedan con fuerza en 2023 y 2024, tras tres años de importantes crecimientos.
La estabilización del comercio internacional y la contención en la espiral inflacionista permiten a la carga aérea mundial mejorar sus perspectivas de cara al futuro inmediato, pese la incertidumbre.
En septiembre ha vuelto a incrementarse la demanda global de carga aérea por segundo mes consecutivo, aunque el contexto económico global sigue generando dudas sobre el mantenimiento de esta tendencia.
Pese al crecimiento de la demanda global de carga aérea en agosto, el mercado manda señales contradictorias que impiden anticipar una consolidación de esta tendencia.