Las dificultades financieras de los deudores son uno de los principales motivos de las demoras, que obligan a las compañías que cobran tarde a retrasar también sus pagos.
Las dificultades financieras de los deudores, el impago intencional y los problemas administrativos son las principales causas que barajan los encuestados.
En Europa, se han registrado unas pérdidas del 2%, reduciéndose en dos décimas con respecto a 2012, aunque un 55% de los encuestados ha reconocido que ha sufrido un aumento en el retraso de los pagos.