La industria española intensifica la producción en un contexto de cierta recuperación de la demanda en sus principales mercados europeos, pero con costes al alza y tiempos de entrega para los suministros que se alargan.
La actividad de la industria y los servicios ha recuperado terreno con solidez en febrero, en un contexto marcado por un aumento de los nuevos pedidos, pero con tensiones en las cadenas de suministro que se reflejan en una importante reducción de los stocks.
Los indicadores adelantados de producción industrial y servicios en España reflejan un buen mes de febrero, con señales de crecimiento tras meses a la baja y un moderado optimismo de cara al futuro.
El indicador del PMI industrial español apunta a un retroceso de la producción y los nuevos pedidos industriales en enero, con lo que las empresas han tendido a controlar la producción mientras valoran que si repercutir costes en sus precios.
En agosto han caído las entradas de pedidos comerciales por primera vez desde principios de año en un entorno marcado por la alta inflación, que dispara los costes empresariales, y la incertidumbre, que acrecienta el temor a que la economía entre en recesión.
Las tensiones en las cadenas de suministro y la inflación, exacerbadas por la invasión rusa de Ucrania, ha hecho caer las carteras de pedidos industriales en marzo y alargar los plazos de las entregas.
La crisis de suministro y la inflación siguen lastrando el crecimiento de la producción industrial española en un contexto de baja confianza empresarial, aunque con aumentos de pedidos y buena dinámica de la demanda.