La crisis española sigue afectando significativamente a la industria española de automoción que se mantiene en línea decreciente con notables caídas prácticamente en todos los segmentos.
El decrecimiento de los mercados tradicionales europeos donde España dirige los vehículos que produce, ha provocado que la industria diversifique su producción con nuevos destinos de exportación.
La patronal de fabricantes de vehículos asegura que la adopción de incentivos a la venta no afectarían a las medidas de austeridad del Gobierno y ayudaría a elevar el PIB.
El 92% de los vehículos fabricados en España en el mes de septiembre han tenido como destino países distintos al mercado nacional que es incapaz de absorber dicha producción.
A los crecimientos generalizados experimentados en los mercados de los países vecinos, se contrapone una caída significativa en las unidades matriculadas en España del 30,4% en el segundo trimestre.