Sin exportaciones agrícolas, decenas de países se enfrentarán a problemas de escasez en el suministro de ciertos alimentos.
La medida ha sido adoptada ante la imposibilidad de dar servicio a buques y pasajeros, o desarrollar operaciones de carga.
Maersk cerrará sus oficinas entre el verano y fin de año para abandonar definitivamente cualquier actividad logística en los mercados ruso y bielorruso.
La UE ha prohibido el acceso a puertos comunitarios a los buques de pabellón ruso en una semana en la que, en Estados Unidos, se ha conseguido reflotar el 'Ever Forward'.
En total, Rusia cuenta con una flota de 2.873 buques que ya no podrán acceder a los puertos comunitarios.
Esta medida permitiría que las mercancías lleguen hasta los puestos aduaneros, donde los transportistas rusos podrían recogerlas para llevarlas hasta su destino final.
El fabricante, que ha dejado dejado claro que condena la violencia, pretende garantizar el cumplimiento de las sanciones impuestas a Rusia.
La Unión Europea impone un veto total a los tráficos de mercancías procedentes de Rusia y Bielorrusia tanto por carretera, como por mar, con el fin de reducir las capacidades de ambos países para importar productos clave.
La OMI está en conversaciones tanto con Ucrania como con Rusia para facilitar la salida de las embarcaciones, pero los riesgos siguen siendo elevados.
La invasión rusa de Ucrania supone que dos de los principales proveedores de alimentos del planeta dejen de suministrar con un impacto brutal sobre la cadena de suministro alimentaria global.
Los puertos españoles viven una semana tensa por la huelga de transporte, mientras continúan las tensiones en el plano internacional por la guerra entre Rusia y Ucrania, y los brotes de Covid-19 en China.
Activo en Rusia desde el año 1992, ya ha confirmado que va a vender todos sus activos en la zona y no acepta nuevas reservas para envíos hacia o desde este país.
Los volúmenes que se mueven en el Mar Negro serán los más golpeados por esta crisis, mientras que las sanciones dificultarán el tráfico de contenedores en la zona del Mar Báltico.
Se han reducido las tasas en los flujos del Mar negro y el Báltico, ya que el comercio con Rusia y Ucrania se encuentra detenido por las sanciones y por la decisión de muchos operadores.
Las implicaciones de la guerra entre Rusia y Ucrania comienzan a sentirse en el transporte marítimo, mientras unos 2.000 marineros permanecen atrapados en aguas ucranianas.
Lo que está ocurriendo puede suponer “la ruina inmediata para una empresa”, precisamente en un sector ya asfixiado que “empezaba a ver la luz”.
Los clientes están tratando de acelerar sus operativas ante una posible prohibición de los suministros rusos, el aumento de los costes del bunkering y el incremento de las primas de riesgo.
La actividad de intercambio de palets, como los de EPAL, que se realiza desde hace años, puede ayudar a reducir la escasez en el suministro.
Solamente Rusia importó cuatro millones de toneladas de productos frescos por mar en 2021, el 40% de los cuales eran plátanos, procedentes principalmente de Ecuador.
Este lunes por la mañana, todavía quedaban unos 100 buques mercantes que no habían abandonado la zona, aproximadamente un 50% menos que hace 12 días.