Esta nueva regulación podría impulsar el desarrollo de los vehículos eléctricos, un área en la que la Unión Europea parece haberse quedado atrás respecto a China y Estados Unidos.
El trabajo en desarrollo de vehículos eficientes, que contribuyan a la mejora del medio ambiente y permitan la interconexión de los implicados en la cadena de suministro.
La falta de estaciones de recarga, de incentivos para el transporte eléctrico y de normativas adecuadas han limitado hasta ahora el desarrollo de estos vehículos.
El objetivo es fomentar la adquisición de vehículos eléctricos, de gas licuado de petróleo, de gas natural comprimido y licuado, y de pila de combustible de hidrógeno, así como de motos eléctricas.