Inicialmente se encargó un VLCC convencional, pero hace un año, la naviera decidió hacer ajustes en el pedido para que el GNL fuera su combustible principal.
En lo que va de 2018, se han enviado al desguace un total de 15 buques, con una media de 18,5 años de edad, pero se espera la llegada de 46 nuevas embarcaciones de este tipo.
Se trata de un buque tanquero de 339,5 metros de eslora y 60 de manga, que garantiza una reducción del 20% en el consumo de combustible.
Los beneficios en el sector marítimo aún son escasos, por lo que un elevado nivel de actividad paralizaría la lenta mejoría del mercado.
Los precios han empezado a repuntar a partir de marzo, cuando se alcanzó el nivel más bajo desde el año 2003.
El buque chino llega al límite de las medidas permitidas en la prolongación del Dique Bastarreche del puerto de Cartagena.
La versión larga del vehículo ofrece 848 litros más de espacio de carga que los 2.852 litros del Caddy normal, y su máxima carga útil asciende a 1.005 kg.
En un esfuerzo por recortar costes, cuatro empresas se han unido para formar un pool que gestionará una flota de 50 petroleros capaces de transportar dos millones de barriles de crudo.