Las infraestructuras de transporte son fundamentales para la cadena de suministro y constituyen la base de la economía. En este sentido, Navarra necesita unas buenas redes de transporte para promover el crecimiento económico y crear empleo y prosperidad.
Mientras el transporte por carretera es cada vez más competitivo, el sistema ferroviario europeo, con distintas normas, sistemas de señalización, electrificación y anchos de vía diferentes, se encuentra fragmentado y con numerosos obstáculos para su desarrollo.
El proyecto europeo CFA-EFFIPLAT (Corredor Ferroviario Atlántico – Red de Plataformas Multimodales del Arco Atlántico al servicio de la Eficiencia Logística), en el que participa Navarra, tiene como objetivos impulsar el desarrollo de las infraestructuras ferroviarias para el transporte de mercancías y promocionar los servicios de transporte intermodal.
Desde el Tratado de Roma, en 1957, el transporte ha sido uno de los ámbitos políticos comunes en Europa. Sin embargo, debido a las grandes diferencias entre las normas y estructuras de los países, y a la dificultad para que los gobiernos cedieran el control de sus redes de transporte, los progresos fueron muy lentos hasta los años ochenta, década en la que, por primera vez, se hace una referencia específica al transporte en el Libro Blanco sobre el comercio interior (1985).
Ya en el año 2011, y tras varias publicaciones y revisiones, la Comisión Europea publicó su Libro Blanco “Hoja de ruta hacia un espacio único europeo de transporte: Por una política de transportes competitiva y sostenible”, un documento estratégico que presenta la visión de la Comisión para el futuro del sistema de transporte de Europa.
La Red Transeuropea de Transportes (RTE-T) se estructura en una Red Básica multimodal (que utiliza la carretera, el ferrocarril y las vías fluviales) que resulte fiable y eficiente, minimice los impactos medioambientales y comunique los principales centros de producción y consumo con los puertos, aeropuertos y con los países vecinos de la Unión Europea.
Esta Red Básica, que constituirá el eje de los transportes en el mercado único europeo, eliminará los estrangulamientos existentes y modernizará las infraestructuras, y se verá completada por una Red General, más capilar, que permitirá que en el año 2050 la gran mayoría de los ciudadanos y de las empresas europeas se encuentren a menos de 30 minutos de esa red capilar.
Una importante novedad en la RTE-T para el desarrollo de la Red Básica es el establecimiento de nueve grandes corredores de transporte. Dos de estos corredores principales atraviesan España: el Atlántico y el Mediterráneo, que son las vías de las que dispondrán las empresas navarras para la importación y exportación de sus mercancías.
Navarra en el corredor Atlántico
El corredor Atlántico conecta la parte occidental de la Península Ibérica con París y Estrasburgo, y los puertos de la costa atlántica y cantábrica. Uno de sus principales objetivos es aumentar la interoperabilidad ferroviaria, mediante la introducción del ancho de vía UIC en España y Portugal. Este corredor es el único que pasa por Navarra, e incluye el nodo ferroviario de Alsasua.
El corredor Mediterráneo enlaza España, desde el puerto de Algeciras, con la frontera húngaro-ucraniana, a través de la costa mediterránea y el norte de Italia.
La situación de Navarra, en el corredor Atlántico y en la conexión de ambos corredores, y por tanto de los puertos del Cantábrico y del Mediterráneo, resulta estratégica para la regulación de flujos de cargas internacionales mediante la plataforma logística de Noáin-Ciudad del Transporte de Pamplona, y con el desarrollo de las de Alsasua y Tudela.
Para la implementación de cada corredor la Unión Europea va a crear una plataforma en la que participen todos los interesados y los Estados afectados por el mismo. Navarra no puede delegar su representación en estos asuntos, ya que son de una importancia fundamental para el futuro de la competitividad de nuestra economía.
La gran actividad exportadora de las empresas navarras requiere de las mejores conexiones con el resto de Europa, imprescindibles también para evitar deslocalizaciones y atraer nuevas inversiones a nuestra Comunidad.
El transporte de mercancías por ferrocarril no necesita de la alta velocidad, pero sí de la mejora de su gestión, del incremento de su fiabilidad y de la minimización de sus costes. Y para ello es imprescindible la conexión en ancho UIC con el resto de Europa, infraestructuras para poder operar con trenes de 750 m, y surcos suficientes para poder colocar nuestras mercancías en el centro de Europa.
Navarra debe participar activamente en la red transnacional que se está promoviendo desde el proyecto CFA-EFFIPLAT, y que tiene el objetivo de convertirse en el referente técnico, económico e institucional de Corredor Ferroviario Atlántico, impulsar el desarrollo y ejecución de los distintos proyectos del Corredor y promover la competitividad de las empresas instaladas en su ámbito.
La presencia activa de Navarra en ámbitos transnacionales es la vía para afianzar tanto la vocación europea de la región como su posicionamiento entre las regiones más dinámicas de Europa. Se trata, en definitiva, de la vía hacía la competitividad económica.
Enrique Díaz Moreno
Socio y director en Bussinessfokus
