Allá por el mes de febrero, Ana Pastor a la sazón nueva ministra de Fomento, anunciaba en su primera comparecencia en la sede del Departamento que dirige, un nuevo Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda, PITVI, que se presentaría en julio y que tendría con un horizonte temporal en el año 2024, contaría con una relevante inversión derivada de las aportaciones presupuestarias, los fondos europeos y la participación del sector privado. "El tiempo de las obras faraónicas, de los convenios sin dinero y de los aeropuertos sin tráfico, ha terminado", advirtió entonces Ana Pastor.
Varios meses y algunos sustanciales recortes en el presupuesto de Fomento, como la Ley General de Estabilidad Presupuestaria o el más reciente relativo al nuevo techo de gasto aprobado en el último Consejo de Ministros con una reducción del 12,2% en el gasto disponible para los Ministerios en los Presupuestos generales del Estado para 2013, parecen aconsejar algo de lo que ya se venía hablando en las últimas fechas, como es el retraso a septiembre de la aprobación del Plan de Infraestructuras. Aunque desde el Departamento que dirige Ana Pastor se asegura que "se trabaja para tener listo el plan a finales del presente mes de julio, tal como tenían previsto".
Así el presupuesto inversor que el PITVI presentará para el periodo comprendido entre 2012 y 2020 será bastante inferior al de 225.000 millones de euros que los técnicos de Fomento barajaron inicialmente.
Rigor económico
Las primeras estimaciones de los técnicos del Departamento cifraron en unos 225.000 millones de euros la inversión prevista en el plan, de los que unos 52.400 millones se destinarían a obras de construcción y mantenimiento de carreteras, y otros 25.000 millones a ferrocarril de Alta Velocidad. No obstante, dichas fuentes apuntan a que el monto inversor final será sustancialmente inferior.
Fomento ha indicado en repetidas ocasiones que la colaboración entre el capital público y el privado tendrá un importante papel en la financiación del plan, que está previsto incluirá un listado de proyectos susceptibles de costearse mediante esta fórmula. La otra principal vía de financiación, además de la puramente presupuestaria, serán los fondos europeos.
Con el plan, Fomento pretende atender a las necesidades de infraestructuras, y sobre todo de transporte, que aún presenta España y, a la vez, presentar un escenario inversor estable para el sector de la ingeniería civil.
La ministra se ha comprometido en varias ocasiones a que el nuevo plan inversor de Fomento prime el rigor económico a la hora de priorizar las inversiones, y garantice la construcción de infraestructuras que "mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y aumenten la competitividad del país".