Desde el parlamento valenciano han señalado que esta línea ferroviaria demostraba las injusticias del mapa de infraestructuras español.
Las administraciones vascas y valencianas reclamarán la activación del corredor ferroviario Cántabro-Mediterráneo. Así se ha hecho saber en el reciente encuentro mantenido entre el presidente de Valencia, Ximo Puig, y el lehendakari del País Vasco, Iñigo Urkullu, en el que se ha abordado la necesidad de impulsar esta infraestructura para que forme parte de la agenda del Estado.
Estas afirmaciones coinciden con las reclamaciones emitidas por las Cortes Valencianas la semana pasada, en las que instaban al Ministerio de Fomento a incluir el corredor entre sus prioridades, y exigían la ejecución presupuestaria de los 333 millones anunciados para su desarrollo en el periodo 2017-2020.
Desde el parlamento valenciano, han señalado que esta línea ferroviaria demuestra las injusticias del mapa de infraestructuras español, dado que no ha recibido ninguna inversión relevante en décadas a pesar de conectar varias de las ciudades más pobladas de España.
En este sentido, también han matizado que sus reivindicaciones no pretenden contribuir solamente al equilibrio territorial, sino también a la potenciación del tejido empresarial y social de la región.
Deficiencias en la conexión
Ahora, Puig ha definido al corredor como "fundamental para la economía valenciana y vasca", y ha criticado que la infraestructura haya pasado "desapercibida durante demasiado tiempo", ya que las deficiencias relacionadas con la conexión están ocasionando problemas para el crecimiento de las economías vascas y valencianas.
Por ello, ambas administraciones han manifestado su intención de colaborar para reclamar la activación de este eje ferroviario tanto al Gobierno como a la Unión Europea, con el objetivo de que los 13.500 millones de euros que deberían invertirse en el corredor puedan ejecutarse en los próximos años.