El actual comisario de Transporte y vicepresidente de la Comisión Europea, Siim Kalas, ha asegurado recientemente que es necesario mejorar la aplicación de algunas disposiciones legalesreferentes al transporte de mercancías por carretera.
Para ello, aunque el comisario no cree que la integración del sector haya generado pérdidas de empleo, se muestra preocupado por el descenso de actividad en el sector. Por este motivo, la Comisión Europea revisará el estatuto de la profesión de transportistas y las condiciones de acceso al mercado internacional del transporte por carretera.
Aunque el vicepresidente no cita países ni leyes en particular, los problemas que preocupan al sector no son un secreto. Los transportistas vienen reclamando durante los últimos meses que medidas como la 'euroviñeta', aplicada en Alemania, Holanda y Portugal, y sustituida en Francia por un "peaje en tránsito", difieren mucho de un país a otro.
Del mismo modo, los transportistas señalan como medidas discriminatorias entre países, en contra de los principios de libre comercio que se suponen deben regir en la Comunidad Europea, algunos impuestos como el 'céntimo sanitario' español o el cobro por el uso de las infraestructuras solo a transportistas extranjeros vigente en el Reino Unido desde abril.
Por otro lado, nuevas normativas como las impuestas recientemente en Bélgica y Francia, que prohíben el descanso del conductor en la cabina del vehículo, son consideradas por el sector como políticas proteccionistas encaminadas a limitar la competencia de los países vecinos.
La subcontratación de conductores
Además, como señala la eurodiputada española Izaskun Bilbao, "las diferencias salariales en el sector del transporte por carretera entre los distintos países de la Unión están comenzando a generar un problema de dumping social en el sector dentro del mercado interior".
Estas prácticas realizadas por algunas grandes empresas del sector del transporte por carretera se basan en la contratación de “conductores prestados” de países de la antigua Europa del Este, para realizar grandes trayectos entre los países de la Europa Occidental a sueldos más reducidos.
En definitiva, es evidente que todas estas medidas, así como la forma de evitar la subcontratación y malas prácticas antes expuestas, han de ser revisadas por la Comisión Europea, que ha de pronunciarse, según vienen denunciando en el sector, particularmente con respecto a las nuevas normativas francesa y belga.