Las previsiones favorables para el transporte de GNL hacen crecer los encargos de buques metaneros

A pesar de las buenas previsiones, aún faltan cuestiones por resolver, como el exceso de capacidad de la flota de los metaneros o el descenso del precio del petróleo.

26/02/2015 a las 1:18 h

Metanero operado por K LIne

El mercado del gas natural licuado está en pleno auge. Así lo muestran los nuevos encargos de metaneros que se han hecho entre enero y febrero, 12 en concreto, que suponen una inversión de más de 2.000 millones dólares (1.761 millones de euros), la mayor inversión de entre todos los sectores navieros, según Lloyd's List.

En total, la cartera de pedidos de este tipo de buques asciende hasta ahora  a unos 160, cuyo valor suma más de 30.000 millones de dólares (26.420 millones de euros), tal y como informa Anave.

Estas inversiones se basan en las previsiones de un importante crecimiento del mercado gasístico mundial, unas previsiones que podrían no cumplirse. Así, aún falta por que el futuro se aclare en lo relativo a la demanda en Asia y en Europa, el aumento de capacidad de la flota de metaneros o el descenso del precio del petróleo.

El aumento de la demanda en el sudeste asiático, especialmente en países que hasta ahora eran exportadores de GNL, como Malasia e Indonesia, está abriendo nuevas rutas de exportación, sobre todo desde Australia, que espera convertirse en el mayor productor y exportador de gas en 2020, con 80 millones de toneladas previstas frente a los actuales 33 millones.

En este sentido, el aumento de las importaciones de países como Vietnam, Filipinas y Tailandia podría llegar a ser el 75% del mercado asiático de GNL y todas las terminales de la zona podrían mover más de 20 millones de toneladas al final de la década. Algunos países como Singapur ya se están posicionando como hubs de GNL para poder establecer los precios, desvinculándose así del mercado del petróleo.

Por otro lado, el conflicto entre Rusia y Ucrania es otro factor que puede influir en las rutas comerciales de GNL. Europa recibe de Rusia por gasoductos un 30% del gas que importa y un 50% de éste pasa a través de Ucrania. Por ello, la interrupción total o parcial de estas importaciones forzaría a Europa a depender más del transporte marítimo.

La ampliación del canal de Panamá en 2016 podría ser un arma de doble filo para la demanda de transporte de GNL ya que, aunque reducirá drásticamente la distancia, y por tanto, el tiempo de viaje desde el Golfo de EEUU a Asia, también reducirá, proporcionalmente, la demanda en toneladas por milla para los metaneros.

De esta forma, sin tener claro el futuro del mercado del GNL tampoco se puede tener claro cuál será la capacidad de transporte necesaria en 2020 y, en caso de continuar los encargos al ritmo actual, podría producirse una sobrecapacidad, pasando a ser el mayor problema en el sector para el 2020.

Según Lloyd ́s List, el 40% de los buques metaneros entregados en 2014 no tenía un contrato a largo plazo y operaban al 'spot', por lo que habrá que observar cómo evoluciona el mercado en 2015, si se hace frente al exceso de oferta y cómo queda el equilibrio en el mercado en los próximos años, cuando se vayan entregando los buques que se están contratando en la actualidad.

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