En 2024 casi un 20% de los defectos graves detectados en las inspecciones técnicas de vehículos en España estuvieron relacionados con neumáticos y suspensión, según datos de AECA-ITV. La cifra resulta preocupante, pues como explican desde TNU, la presión insuficiente compromete la seguridad vial, al disminuir el agarre y aumentar la distancia de frenado.
Se estima que más de la mitad de los conductores en Europa circula con presiones incorrectas, lo que además aumenta la resistencia a la rodadura, obliga al motor a trabajar más y genera mayor consumo de combustible y emisiones de CO₂. Bajo este supuesto, el impacto agregado se sitúa en torno a 5.800 millones de litros de combustible y 13 millones de toneladas de CO₂ al año, teniendo en cuenta además que la baja presión de los neumáticos puede elevar el riesgo de reventón y de siniestros asociados.
La NHTSA calcula que la subinflación está presente en aproximadamente el 20% de los reventones que terminan en accidente, y que conducir con una subinflación severa triplica la probabilidad de verse implicado en un choque relacionado con los neumáticos. Cabe apuntar que el riesgo de reventón puede aparecer a partir de 0,5 bar por debajo de la presión recomendada.
En lo que se refiere al consumo, dado que en España circulan más de 25 millones de turismos, con una edad media superior a los 15 años, se calcula que mantener la presión recomendada podría reducir el consumo entre un 5% y un 10%, lo que supone un ahorro medio de 45 litros por vehículo al año.
Además, circular con 0,5 bar menos de lo indicado reduce la vida útil del neumático en torno a un 20%, y con un bar menos, hasta un 30%. Si se extrapola al conjunto del parque móvil, la circulación con presión baja generaría un consumo adicional de 271 millones de litros de combustible al año, equivalente a 680.000 toneladas evitables de CO₂.
Mantenimiento adecuado
Además de mantener la presión correcta indicada por el fabricante, TNU se refiere a tres prácticas clave que contribuyen de forma directa a prolongar la vida útil del neumático, optimizar el consumo y mantener las prestaciones de seguridad:
- Correcto equilibrado del neumático: reduce vibraciones en marcha, evita desgastes irregulares y mejora el confort y la precisión de la dirección.
- Correcta alineación de la dirección del vehículo: una geometría fuera de tolerancia provoca desgastes laterales e irregulares, mientras que mantener la alineación en valores especificados previene ese desgaste prematuro y ayuda a que el vehículo circule recto.
- Estilo de conducción: evitar frenazos y aceleraciones bruscas, anticipar maniobras y mantener una velocidad estable disminuye la temperatura y la abrasión de la banda de rodadura, alargando su vida útil y reduciendo el consumo.
En esta línea, revisar la presión de los neumáticos una vez al mes y antes de cada viaje ayuda a reducir el consumo y las emisiones, prolonga la vida útil del neumático y mejora la seguridad en carretera.
