El sistema de movilidad continúa en plena transformación. Las ciudades han seguido avanzando en 2025 en la implantación de zonas de bajas emisiones, mientras la presión climática acelera la necesidad de modelos más eficientes y sostenibles, y la transformación tecnológica abre la puerta a nuevos esquemas de operación y planificación.
En este contexto, 2026 se perfila como un año clave para consolidar nuevas formas de gobernanza, impulsar el ferrocarril, modificar las políticas tarifarias, apostar por la electrificación a gran escala y promover una incorporación más madura de tecnologías predictivas. Los cambios regulatorios, el avance de la tecnología y la transición energética serán los principales motores que transformen la movilidad.
Tendencias en la movilidad en 2025
La consultora Cinesi ha identificado las cinco tendencias que marcarán la agenda de la movilidad:
1. Zonas de Bajas Emisiones y nuevas obligaciones: se consolidará la aplicación real de muchas Zonas de Bajas Emisiones, con regímenes sancionadores ya plenamente operativos y una mayor capacidad de control por parte de los ayuntamientos. Paralelamente, la Ley de Movilidad Sostenible aporta nuevos instrumentos de planificación y seguimiento que reforzarán la gobernanza y mejorarán la coherencia entre políticas locales, autonómicas y estatales.
2. El ferrocarril gana terreno: seguirá creciendo como alternativa al avión en corto radio, impulsado por la mejora de servicios, tiempos de viaje más competitivos y una mayor demanda de opciones sostenibles. También será un año clave para la expansión de las autopistas ferroviarias y para el avance del Corredor Mediterráneo, facilitando el trasvase desde la carretera.
3. IA, gemelos digitales y mantenimiento predictivo: la integración de inteligencia artificial permitirá optimizar operaciones y anticipar incidencias en el transporte público, mejorando los procesos internos y ofreciendo mejor servicio. Asimismo, los gemelos digitales se consolidarán como herramienta para simular escenarios urbanos complejos y fortalecer la resiliencia de los sistemas de movilidad.
4. Electrificación más allá del vehículo privado: en 2026, España asistirá a un despliegue sostenido de autobuses eléctricos, servicios municipales electrificados y la ampliación de las infraestructuras de recarga, especialmente en ámbitos metropolitanos. La renovación de flotas y la necesidad de optimizar inversiones energéticas marcarán la agenda tanto de administraciones como de operadores.
5. Modificaciones en las políticas tarifarias: se prevé un escenario de ajustes tarifarios en el transporte público, por la necesidad de equilibrar la sostenibilidad económica con la recuperación de la demanda y la viabilidad operativa. Las administraciones continuarán revisando descuentos, abonos y sistemas de integración tarifaria, y avanzarán en herramientas digitales para adaptar precios y optimizar ingresos.
La consultora continuará trabajando con administraciones, operadores y organismos públicos para convertir estas tendencias en soluciones que mejoren la eficiencia, la sostenibilidad y la experiencia de las personas usuarias.
