La sucesión de eventos en torno a los aranceles de la Administración Trump parece propia de cualquier película cómica de cine mudo si no fuera por todo lo que hay en juego.
El mundo no da abasto a atender circunstancias que vienen alterando el normal funcionamiento del comercio internacional desde los primeros meses de 2025 en lo que se supone es un funcionamiento de libre mercado.
En un nuevo giro de los acontamientos, un tribunal federal norteamericano ha ordenado suspender la mayor parte de los aranceles introducidos por la Administración Trump en abril, así como los que afectarían a Canadá, China y Mexico.
Según este órgano juidicial, el Gobierno estadounidense se extramilimitó con la medida y, además, no la sometió al veredicto del Congreso.
La Casa Blanca ya ha anunciado que recurirrá la decisión juidicial al enteder que un tribunal no puede decidir la actuación del Ejecutivo ante lo que considera una emergencia nacional.
La decisión judicial pone en cuestión los aranceles y allana el terreno para dilatar su aplicación, pero no despeja la situación del todo. A corto plazo, el status quo actual se mantendrá a la espera de nuevos movimientos de la Administración norteamericana.