No hay duda de que la incertidumbre y la volatilidad han afectado significativamente al transporte mundial en 2025. Los cambios en el régimen arancelario estadounidense y la eliminación de los acuerdos aduaneros "de minimis" se han sumado a la debilidad de la economía china, el estancamiento en Europa y los conflictos geopolíticos para crear un mercado enormemente desafiante.
Sin embargo, las predicciones apocalípticas de principios de año han estado muy lejos de la realidad, según un reciente informe de Transport Intelligence. La economía mundial se ha mantenido notablemente bien y el consumidor estadounidense ha seguido sosteniendo la demanda.
Este entorno complejo y ambiguo ha hecho sin embargo que el rendimiento de las empresas sea excepcionalmente desigual, aunque muchas ya se están reestructurando para reflejar las cambiantes presiones del mercado. No obstante, en este sentido el sector parece estar entrando en un nuevo periodo de confianza que caracterizará los próximos años.
La agitación causada por la pandemia ha tenido consecuencias sociales, económicas y políticas de gran alcance, y está claro que ya no habrá una vuelta al mundo anterior tal y como lo conocíamos. En cualquier caso, el sector de la logística y la cadena de suministro está aprendiendo a ser adaptable y, en consecuencia, más resiliente ante las dinámicas cambiantes del mercado.
Esto requiere un cambio de mentalidad, pero el informe refleja que existe una voluntad creciente de adaptarse a esta nueva normalidad. Además, el aumento de la digitalización proporcionará a las empresas de transporte y logística las herramientas necesarias para tomar decisiones con mayor precisión y rapidez.
En esta línea las crisis que se han producido en los últimos años han provocado cambios sistémicos en las estrategias de fabricación, lo que ha dado lugar a una regionalización y una producción más localizada que influyen en el tipo de servicios logísticos necesarios. La intensidad logística aumentará, lo que proporcionará un mayor potencial de desarrollo para los sectores del transporte marítimo de corta distancia, el transporte intermodal y el transporte por carretera.
Mayores inversiones en defensa e infraestructuras
Muchas empresas también se adaptarán para aprovechar el aumento de la inversión gubernamental, pues se gastarán miles de millones de dólares en Europa y Estados Unidos en la industria de defensa, y está a punto de comenzar una nueva era en la construcción de infraestructuras de transporte en Europa para contrarrestar la amenaza de Rusia.
Por su parte, Ucrania, Siria y Gaza atravesarán un periodo de reconstrucción. Los inversores de Oriente Medio están estudiando la posibilidad de respaldar grandes proyectos de capital tanto en la región como en toda África, Asia y Europa, mientras que los gobiernos de la India y China también tienen ambiciosos planes de desarrollo.
Estas inversiones no solo se traducirán en mayores volúmenes e ingresos para los proveedores de transporte y logística, sino que también estimularán el crecimiento económico y, en consecuencia, la demanda de los consumidores. La estabilidad de principios de siglo parece haber desaparecido y ha sido sustituida por un entorno moldeado por fuerzas políticas, económicas, sociales y tecnológicas en constante cambio.
Sin embargo, esta nueva era recompensará a aquellas empresas con buenas habilidades de gestión, capacidad de inteligencia de mercado y estructuras corporativas flexibles, lo que les permitirá prosperar y crecer.
