La digitalización también llega a las relaciones que mantienen particulares y empresas con las diversas Administraciones públicas..
Quizás el primer ejemplo que viene a la cabeza es la reciente aparción del nuevo DNI digital, un proyecto del Ministerio del Interior desarrollado por la Policía Nacional, en el marco del Plan de Identidad Digital, junto a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Su puesta en marcha va a transformar, según el Ministerio del Interior, el modo de acreditar la identidad por parte de los ciudadanos en sus relaciones con la administración pública y con el sector privado, que ahora podrá realizarse a través de una aplicación instalada en el teléfono móvil con la misma validez jurídica que el DNI físico y las máximas garantías de seguridad.
En el sector del transporte y la logística, empresas y autónomos ya realizan muchas de las diversas gestiones con las Administraciones a través de sus diferentes sedes electrónicas.
En este mismo sentido, España es uno de los primeros países europeos que disponen de un sistema para acreditar la identidad a través del teléfono móvil que permite forma de acreditar la identidad para realizar cualquier tipo de transacción, tanto en el ámbito público como en el privado.
Algo similar existe ya para los permisos de conducir y las gestiones ante la DGT, aunque su uso no está extendido.
El euro digital
Otro proyecto que llama la atención al tiempo que genera una gran polvareda es el del euro digital.
En este caso se trata de una iniciativa del Banco Central Europeo, que, junto con los bancos centrales nacionales de la zona del euro.
El euro digital sería una moneda digital de banco central, es decir: un equivalente electrónico al efectivo y ofrecería una opción adicional para realizar pagos que complementaría a los billetes y a las monedas.
La creciente digitalización en el ámbito administrativo genera recelos por las posibilidades de control que ofrece".
Sin embargo, al mismo tiempo, también ofrece a las autoridades policiales y fiscales un alto grado de control sobre el gasto de ciudadanos y empresas, por lo que el proyecto levanta muchas suspicacias.
De igual manera, existe el riesgo asociado de cómo se pagaría si el sistema está caído o sin cobertura.
Frente a ello, el BCE argumenta que el euro digital se almacenaría en un monedero electrónico creado por bancos o intermediarios públicos, de tal modo que permitiría realizar todos los pagos electrónicos cotidianos con teléfono o tarjeta, con y sin conexión a Internet.
La factura electrónica
Otro trámite que está en proceso de digitalización es el de la factura electrónica, pese a que el Gobierno ha decidido recientemente retrasar su implantación al 1 de enero 2026 para los contribuyentes del Impuesto de Sociedades y al julio de 2026 para el resto.
En este caso, una factura electrónica es una factura que se expide y recibe en formato electrónico. Puede ser con formato estructurado o con formato no estructurado, de tal modo que el formato estructurado facilita su tratamiento automatizado mientras que el no estructurado no lo facilita.
Según la Administración, la factura electrónica permite acortar los ciclos de tramitación, incluido el cobro, reducir errores humanos, eliminar costes de impresión y envío posta, facilitar un acceso más rápido, ágil y fácil a las facturas almacenadas, reducir drásticamente el espacio necesario para su almacenamiento, mejorar el servicio al cliente, eliminar el consumo de papel y su transporte, facilitar la lucha contra el fraude, e incorporar la factura en los sistemas informáticos empresariales, mejorando drásticamente su gestión.
Al tiempo, los principales importantes retos de la factura electrónica radican en su adopción por las pymes, que constituyen el segmento más importante del tejido empresarial español y europeo, su aceptación por los ciudadanos; su implantación en las Administraciones públicas y la interoperabilidad de los sistemas de facturación electrónica que permita su uso en la interrelación comercial tanto dentro como a través de nuestras fronteras.
Uso común en la logística y el transporte
En el ámbito de la logística y el transporte las empresas y los autónomos ya realizan multitud de trámites específicos de la actividad a través de las sedes electrónicas de los diferentes organismos públicos, desde la tramitación de autorizaciones y visados, hasta los más recientes registros de empresas y consejeros de seguridad del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, o de consulta del saldo de puntos de los conductores profesionales habilitado en marzo por la Dirección General de Tráfico.
Así mismo, también son comunes otros trámites habituales para cualquier tipo de actividad empresarial relacionados con la seguridad social, el pago de impuestos y otras relaciones laborales.
Pese a los avances, empresarios y atuónomos suelen coincidir en que los trámites digitales administrativos no suelen ser sencillos y que su planteamiento no suele adaptarse a la realidad del tráfico mercantil.
