Tras una década al frente de CETM, Ovidio de la Roza ha cedido el testigo al frente de la principal organización empresarial del transporte de mercancías por carretera español a Carmelo González.
De la Roza ha marcado desde hace décadas el devenir del sector,tanto desde la patronal asturiana Asetra, como desde CETM, Conetrans y el Comité Nacional del Transporte. En estas tres organizaciones ha jugado siempre y durante un largo período un papel protagonista,
Su voz profunda se ha dejado oír durante los últimos años y ha ayudado a que el sector disfrute hoy de logros históricos que hasta hace bien poco parecían impensables.
Lo han acompañado en este camino otros. No podía ser de otra manera. Pero Ovidio de la Roza ha hecho una contribución ineludible a la transformación del transporte.
En este sector, a las asociaciones se les achacan muchos de los males que se padecen: la histórica atomización, los altos costes, la falta de vocaciones, la invisibilidad y un cierto desprecio social.
Sin embargo, estas críticas, también soslayan que la capacidad de maniobra de las asociaciones empresariales es la que es. Ni más, ni menos.
La voz profunda de Ovidio de la Roza se ha dejado oír durante las últimas décadas siempre en defensa del sector, sopesando lo que tocaba en cada momento.
De la Roza ha hecho lo ímprobo por aunar voluntades muchas veces contrapuestas, por terciar cuando convenía y presionar cuando era el momento.
Su talante le ha ayudado a maniobrar de acuerdo con su propia visión del sector, pero siempre teniendo en cuenta la heterogénea realidad de un sector al que siempre consideró un orgullo representar.
De la Roza siempre puso todo de su parte por hacer lo que en cada momento tocaba. Y eso le ha exigido tesón, valentía y capacidad de sacrificio.
Con su retirada de la actualidad nacional llega el momento de hacer balance y, en el caso de Ovidio de la Roza, conviene poner en valor una vida dedicada al transporte y el esfuerzo que ha puesto en riesgo su salud para luchar por defender a su sector.
