Sesé es un ejemplo claro de cómo una empresa de origen familiar puede convertirse en una entidad con una clara vocación internacional, con capacidad para abrirse a nuevas áreas de actividad y con interés por incorporar la innovación en su ADN.
La actual Sesé comenzó a operar en 1965 con un único camión en la localidad zaragozana de Urrea de Gaén.
Desde este punto de partida, Alfonso Sesé Tena y, posteriormente, su hijo y actual presidente de la compañía, Alfonso Sesé Asensio, iniciaron un camino de crecimiento basado que ha llevado a Sesé a apostar por una estrategia de diversificación de servicios e internacionalización, focalizándose en las necesidades de sus clientes hasta convertirse en gestor integral de la cadena de suministro.
Sesenta años después de su fundación, Grupo Sesé ha evolucionado para dejar de ser una empresa de transporte de mercancías y convertirse en un gestor integral de la cadena de suministro que en 2025 cumple su 60 aniversario.
Sesé en estas seis décadas a pasado a ser una compañía global, con más de 14.700 empleados,y una facturación superior a los 1.000 millones de euros., que cubre las principales áreas de la cadena de suministro, desde la logística y el almacenaje; el transporte de mercancías por vía terrestre, aérea y marítima, hasta el ensamblaje de módulos para automoción.
Sesé inició su actividad hace sesenta años con un único camión y ahora es un grupo diversificado con alcance global, más de 14.700 empleados y presencia en 16 países de cuatro continentes.
Su actividad se ha diversificado desde su origen como empresa de transporte por carretera para ofrecer soluciones para toda la cadena de suministro basadas en la innovación y tecnología.
La aragonesa gestiona un total de 77 centros logísticos en todo el mundo y ocho plantas dedicadas al ensamblaje de módulos para automoción. Además, cuenta con instalaciones propias dedicadas a la logística aeroportuaria en los tres principales aeropuertos de España por volumen de carga: Madrid, Zaragoza y Barcelona.
De hecho, en los últimos años Sesé ha seguido transformándose y creciendo, afrontando un gran esfuerzo inversor para seguir abriendo nuevas oportunidades de negocio e incrementar su competitividad.
Ejemplo de ello son proyectos como la adecuación de líneas de producción al vehículo eléctrico, el incremento de su capacidad de transporte aéreo o su planta industrial en Chattanooga, Estados Unidos, la más avanzada en términos de innovación, tecnología y digitalización.
Junto a su diversificación, la compañía también ha extendido su presencia global. Sesé opera actualmente en 16 países en cuatro continentes diferentes, consolidando la obtención de un 40% de sus ingresos de regiones de fuera de Europa.
El proceso de diversificación de Sesé le ha llevado de prestar labores de transporte de mercancías por carretera a prestar servicios de gestión integral de la cadena de suminstro.
Tras estos primeros sesenta años de historia, Sesé mantiene su objetivo de continuar con su ritmo de crecimiento. Para ello, sigue apostando por una propuesta de valor basada en la innovación constante combinada con un equipo formado por las mejores personas.
Con esta combinación, y la cercanía que mantiene con todos sus clientes, Sesé es capaz de detectar, establecer y desarrollar la tecnología más adecuada para cada situación, asegurando en todo momento la mayor eficiencia posible en cada operativa de sus clientes.
De esta forma, la compañía no solo garantiza su máxima competitividad, sino que también continúa avanzando en el terreno de la sostenibilidad, con el objetivo último de transformar la cadena de suministro del futuro.
En el ámbito social, la compañía ha puesto en marcha la Fundación Sesé enfocada en la formación y capacitación de personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad.
En el ámbito de la sostenibilidad, la aragonesa se ha fijado el objetivo de alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050. A este respecto, el 90% de sus centros logísticos operan ya con energía de origen renovable, con el objetivo de que el porcentaje alcance el 100% en 2028.
Asimismo, el 30% de la flota de transporte por carretera utiliza unidades de bajas emisiones y en 2024 multiplicó por cinco el consumo de biocombustibles que permitieron reducir en un 18% las emisiones respecto a 2023., con el objetivo de consumir veinte millones de litros de combustible renovable en 2026.
