El aumento de los costes salariales y de los combustibles sacuden la rentabilidad de los operadores logísticos

La subida de los principales costes de los operadores logísticos perjudica los márgenes de unas empresas que no pueden subir sus precios y que confían sus beneficios al mantenimiento de los volúmenes.

11/03/2019 a las 22:41 h
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El transporte y la logística son sectores que hacen un uso intensivo de mano de obra y de energía, de tal modo que los costes laborales y de los combustibles constituyen casi dos tercios de los costes operativos de cualquier empresa de este sector.

Al mismo tiempo, mientras que el volumen de actividad está creciendo en los dos últimos años a un ritmo fuerte, por otro lado, se mantiene una fuerte presión sobre los precios de los servicios en un mercado muy competitivo y atomizado, algo que, a su vez, se ha trasladado a un estrechamiento de los márgenes empresariales, con el fin de no perder carga de trabajo, a costa de sacrificar mayores beneficios.

En este contexto hay que contemplar además las inevitables inversiones en tecnologías de la información que tienen que realizar los operadores logísticos con el fin de ofrecer a sus clientes una visibilidad completa del flujo de mercancías, tanto en el segmento del comercio electrónico, como en otros.

Todos estos factores marcan la tendencia de diferentes operadores logísticos europeos que en los últimos meses han reducido sus previsiones de negocio para 2019, no a la vista de una mala evolución de la actividad, sino debido a la dureza del mercado europeo de servicios logísticos, circunstancia que también tiene su reflejo en la tendencia a la consolidación que se está viviendo en los últimos meses.

En España, por su parte, el incremento del salario mínimo interprofesional se refleja en las subidas salariales en los convenios suscritos en los dos primeros meses de 2019 que, en el caso del segmento de almacenamiento y actividades anexas al transporte se coloca en el 1,89% de media, mientras que para las actividades postales y de correo desciende hasta el 1,05%.

Al mismo tiempo, los precios de gasóleo se han elevado un 8,5% en lo que llevamos de 2019 y continúa con su tendencia a reducir la brecha que lo separaba de otros países europeos como Alemania.

Una combinación que convenientemente agitada, da como resultado un estrechamiento de los márgenes y un mayor presión en los balances de las compañías.