Los últimos registros de diversas consultoras coinciden en que a lo largo del tercer trimestre de este 2025 se perciben señales de recuperación en la inversión inmobiliaria en general, y en la inmologística en particular.
Parece que las últimas bajadas de tipos de interés y la mejora en la percepción del riesgo están impulsando la actividad, aunque, al mismo tiempo, también persisten limitaciones en el mercado por escasez de producto y volatilidad macroeconómica.
Precisamente este factor es el que condiciona la evolución de una demanda que no termina de repuntar, aunque las previsiones confirman que 2025 podría cerrarse en torno al millón de metros cuadrados de absorción, con reducciones de las tasas de disponibilidad, debido especialmente a una menor actividad promotora, y rentas claramente al alza.
Además, parece que la contratación se comporta de manera dispar por plazas. Mientras ha crecido con solidez en Madrid a lo largo de los nueve primeros meses del año, en Cataluña y la Comunidad Valenciana se contrae, con escasa disponibilidad en ambos casos, lo que denotaría una demanda oculta sin satisfacer.
De manera particular, la demanda de operadores logísticos, de empresas de comercio electrónico y distribución sigue impulsando la contratación de activos y atrayendo capital internacional. También se suman a esta demanda crecientes necesidades en algunas empresas de transporte, especialmente para el desarrollo de naves de frío y, en otro ámbito, también de aparcamientos seguros.
En definitiva, parece que los fundamentos del mercado se sostienen pese a la incertidumbre global, que afecta de manera directa al sector logístico, verdadero termómetro del comercio global y de la actividad económica.
A nivel global, la guerra arancelaria ha provocado un estancamiento de la inversión global en activos logísticos durante la primera mitad de 2025, pero si finalmente se concreta el acuerdo comercial entre China y los Estados Unidos podría volver cierta tranquilidad al comercio internacional, lo que podría reactivar la inversión.
Los otros dos grandes problemas, el de la falta de suelo y el de los trámites administrativos, tienen difícil situación con el actual panorama político español.