Transport Intelligence calcula que el transporte de mercancías por carretera europeo alcanzará este 2025 un perímetro de 430.859,1 millones de euros, un 1,5% más que en 2024.
Esta positiva evolución del sector se fundamenta especialmente en la buena evolución de las ventas al por menor en el Viejo Continente, conun ascenso anual de un 3,4%, y especialmente las de productos que no son de alimentaión, que se elevarán un 4,3% anual.
Con estos incrementos de la actividad comercial se ha podido enjugar la errática producción industrial europea y la debilidad del sector exterior, que acusan la política arancelaria de la Administración Trump y los efectos de la invasión rusa de Ucrania.
Además, el patrón estacional muestra que el ejercicio ha ido de más a menos, dado que muchos operadores han decidido adelantar compras precisamente para evitar el efecto que tiene sobre los precios los nuevos aranceles estadounidenses, con lo que se ha acumulado stock y se ha evitado tener que comprar más caro.
De manera particular, el análisis de Transport Intelligence coloca a Alemania (17,2%) y al Reino Unido (11,1%) como los principales mercados del transporte de mercancías por carretera europeo, con Francia por detrás con¡ un 10% y a una décima escasa, España, con un 9,9%, tras registrar el mayor crecimiento de los principales mercados nacionales del continente, por encima de un 3%.
En este mismo sentido, el trabajo estima que los servicios de transporte nacional terminarán el ejercicio con un volumen de 298.221,6, un 1,4% anual más, mientras que las rutas internacionales habrán crecido a mayor ritmo, un 1,7% concretamente, para alcanzar un perímetro a finales de diciembre de 132.637,5 millones de euros.
Al mismo tiempo, Transport Intelligence argumenta que este crecimiento del mercado tiene su reflejo en los márgenes empresariales de las empresas de transporte, que vienen registrando una cierta estabilidad en sus ingresos, aunque al mismo tiempo, el incremento de la inflación sigue inflando los costes. En paralelo, la flota también parece estabilizada, especialmente a la vista de que su utilización sigue por debajo de los niveles de antes de la pandemia, especialmente en algunos segmentos como el de vehículo terminado.
