Transport Intelligence analiza en un estudio dado a conocer los factores que marcan la situación actual y los retos de futuro del transporte de mercancías por carretera europeo.
Todos ellos son bien conocidos, trillados de tantas veces como se vienen repitiendo, y afectan a cada país de manera diferenciada: demanda que no acaba de recuperarse, costes al alza, pobre desarrollo tecnológico, escasez de conductores y de otros profesionales, una dinámica de mercado marcada por la atomización y los condicionantes de las políticas de sostenibilidad.
A la vista de la coyuntura, la consultora concluye que el transporte de mercancías por carretera europeo se enfrenta a un escenario de creciente consolidación impulsado por la necesidad de cambios tecnológicos en el sector.
Según este análisis, solo grandes empresas de transporte estarán en disposición de aprovechar las ventajas competitivas que proponen las nuevas tecnológicas en términos de eficiencia y productividad, especialmente en un escenario de altos costes, escasos márgemes, baja inversión como consecuencia, y bajo desarrollo profesional con equipos sin perfiles tecnológicos adecuados.
Todo ello está relacionado en una especie de pescadilla que se muerde la cola. La escasa demanda afecta a la capacidad. A su vez, el ajuste de la flota a lo que requiere el mercado y los altos costes impiden una mayor inversión. Con un menor gasto y el desvío a retener a personal cada vez más escaso, el desarrollo tecnológico del sector se estanca, impidiendo mejoras de productividad y eficiencia que son claves no solo para el propio sector, sino para todo el conjunto de la cadena de suministro y, por ende, para toda la economía europea.