La Generalitat de Cataluña ha anunciado esta semana la inminente puesta en marcha de un plan con veinte medidas específicas para reducir la sinestralidad en la AP-7.
La iniciativa se produce con un incremento de la movilidad por esta vía de un 3,2% y de un 2,6% en el caso de los camiones, mientras que, al mismo tiempo, las autoridades regionales también detectan un alarmante aumento de la siniestralidad, con quince fallecidos en lo que va de año, el doble que en 2024.
De manera particular, el Gobierno catalán contempla una inversión de 200.000 euros en acciones formativas para conductores extranjeros y de vehículos pesados.
Con más detalle, entre las medidas propuestas se van a intensificar los controles de velocidad con nuevos radares móviles y el despliegue de helicópteros. En este mismo sentido, la Generalitat también ha anunciado que se realizarán más macrocontroles a vehículos pesados a lo largo de toda la AP-7.
Además, la Inspección de Trabajo catalana también va a desplegar una campaña de vigilancia de oficio a empresas de transporte que han cometido infracciones en carretera y, de igual manera, también se va a estrechar el control de la prohibición de adelantar que tiene los camiones a través de los sistemas ITS instalados en el paso de la vía por la comarca de las Tierras del Ebro.
Así mismo, en el tramo de la AP-7 entre Calafat y Amposta en sentido sur se reducirá la velocidad máxima permitida a los camiones a los 80km/h.
Estas medidas específicas para vehículos pesados se complementan con otras de ámbito general relacionadas con la seguridad vial, la formación, la gestión del tráfico y la comunicación pública de incidencias.