DSV ha puesto en marcha su nueva solución logística multimodal Corredor Atlántico, que conecta la Península Ibérica con Europa Central y del Norte a través de una combinación eficiente de transporte por carretera, ferrocarril y servicio ro-ro marítimo.
El servicio se inicia con la recogida de mercancías en la Península Ibérica mediante transporte terrestre con posibilidad de uso de camiones eléctricos de batería o de HVO. Posteriormente, las unidades se trasladan en tren hasta las terminales ferroviarias de Le Boulou y Mouguerre, en Francia.
Desde allí, la mercancía se dirige hacia Betemburgo, en Luxemburgo, que es un centro logístico clave para entregas en el centro y norte de Europa, o bien hasta Cherburgo, en Francia, donde se completa el cruce hacia Reino Unido e Irlanda mediante un servicio marítimo ro-ro. La última milla se realiza con vehículos propulsados por HVO, ofreciendo una alternativa con menor impacto ambiental frente a los combustibles convencionales.
Con tiempos de tránsito a partir de tres días, el nuevo servicio ofrece una alternativa ágil y competitiva al transporte por carretera tradicional. En esta línea, la intermodalidad no solo aporta ventajas operativas y de eficiencia, sino que también ofrece un gran potencial de reducción de emisiones, dependiendo del trayecto y de la combinación de modos de transporte.
La posibilidad de combinar ferrocarril y marítimo con vehículos de bajas emisiones representa una solución muy atractiva para sectores que requieren continuidad en el suministro con criterios de sostenibilidad. Además, el nuevo servicio amplía la red multimodal de DSV, que ya opera el denominado Corredor Mediterráneo desde 2024.
