El transporte español se mantiene como uno de los más estables de Europa, pero ya presenta signos de tensión

La diversificación de rutas y clientes, el aseguramiento de parte de los volúmenes mediante contratos a largo plazo y la optimización de costes serán clave para mantener la competitividad en el mercado.

14/07/2025 a las 14:17 h
semirremolque transporte por carretera

España sigue siendo uno de los mercados de transporte más estables y dinámicos de Europa. En el primer trimestre de 2025, su PIB creció un 2,8%, superando a la mayoría de los países de la eurozona, lo que ha impulsado también el sector de servicios de transporte, con incrementos anuales del entre el 5% y el 6% durante varios meses consecutivos.

Así se refleja en un informe del Polish Road Transport Institute, en el que han participado expertos de la IRU, Transport Intelligence y empresas europeas de transporte y logística. Además, en comparación con otros grandes mercados europeos, el transporte español sigue ofreciendo un menor nivel de costes operativos, pues la inflación se mantiene como la más baja entre los países analizados, lo que refuerza la competitividad de las empresas nacionales.

De hecho, el precio medio del diésel en mayo de 2025 fue de 1,37 euros por litro, inferior al de Italia, Alemania o los Países Bajos. Esta ventaja en los costes energéticos sigue siendo uno de los principales diferenciales frente a los países vecinos.

Sin embargo, la presión de costes en el mercado europeo ya se refleja en las tarifas de transporte. En las rutas entre Francia y España, los precios aumentaron un 6,8% en abril, lo que permitió a algunas empresas recuperar algo de margen tras las caídas del año pasado, y en concreto, en el eje Madrid–París, las tarifas subieron un 2,5% trimestral, aunque permanecen ligeramente por debajo del nivel del año anterior.

Al mismo tiempo, en marzo, las solicitudes para cargas de España a Francia cayeron un 21%, y en abril otro 8%. También se han registrado descensos similares en las búsquedas desde Francia hacia España, lo que refleja un optimismo contenido en el mercado, equilibrado por una menor disponibilidad de cargas.

Respecto a la renovación de flotas, a pesar de los buenos resultados macroeconómicos, las empresas siguen siendo prudentes. Las matriculaciones de camiones nuevos cayeron un 12,8% interanual en el primer trimestre, y en abril, el segmento de 3,5–6 toneladas sufrió una caída del 48%, lo que responde tanto a la incertidumbre sobre la sostenibilidad de la demanda como al encarecimiento del capital.

Oportunidades en el este de Europa

Por otro lado, cada vez más transportistas españoles centran su atención en Europa Central y del Este, donde la demanda se mantiene más estable que en las rutas tradicionales hacia el oeste. En las rutas Milán–Varsovia, las tarifas aumentaron un 1,8% interanual, mientras que en el eje Varsovia–Duisburgo subieron un 5%.

Estos datos muestran que la expansión hacia los mercados del este puede convertirse en una parte importante de la estrategia de diversificación para los operadores españoles. No obstante, los transportistas deben planificar sus acciones con cautela, sin renunciar por supuesto a las oportunidades que ofrece el entorno macroeconómico favorable.

La diversificación de rutas y clientes, el aseguramiento de parte de los volúmenes mediante contratos a largo plazo y la optimización de costes serán clave para mantener la competitividad. Dado que España ofrece actualmente una combinación extraña en Europa de crecimiento económico y costes operativos relativamente bajos, es preciso aplicar una estrategia bien pensada, que apueste por la colaboración y el análisis de riesgos y costes.