Renfe asegura que en los dos últimos años ha logrado reducir en un 13% el consumo energético unitario y disminuir un 20% su huella de carbono.
Concretamente, el pasado 2024 el operador público estima que redujo sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 3,79 gramos de CO₂ por unidad de transporte, viajero o tonelada de mercancía transportada.
Esta cifra representa, según los cálculos de la empresa pública el mínimo histórico de emisiones alcanzado por la compañía, con una reducción del 89% con respecto a 2005.
En estos momentos, más del 90% de los kilómetros recorridos por los trenes de Renfe se hacen mediante trenes eléctricos bajo energía 100% renovable.
Así mismo, todos los tráficos eléctricos de viajeros y de mercancías cuentan con el certificado ‘Carbono Neutro’ de AENOR, garantizando a los clientes la ausencia total de emisiones de CO₂, tanto directas como indirectas.
La modernización de la flota y la sustitución progresiva del material diésel por trenes eléctricos ha sido uno de los factores determinantes para reducir el consumo energético.
Así mismo, Renfe ha puesto en marcha diversas iniciativas para reducir el consumo energético y avanzar en sostenibilidad en las áreas de mantenimiento y mercancías.
Entre ellas se encuentra la instalación de paneles fotovoltaicos en catorce bases de mantenimiento para autoconsumo eléctrico.
En el ámbito de mercancías, Renfe ha incorporado doce locomotoras eléctricas de gran potencia para operar en ancho ibérico.