Los envíos de contenedores entre Asia y la costa oeste de Norteamérica han caído en picado en el primer trimestre de 2019, destruyendo toda esperanza de las navieras de aumentar los precios de los contratos anuales, según recoge el último informe de Drewry.
Las cosas pueden cambiar rápidamente en el mercado transpacífico, como demuestra el hecho de que a finales de 2018 se hubieran alcanzado los niveles más elevados de los últimos seis años. Sin embargo, el impacto generado por la amenaza de los aranceles a las mercancías chinas ya se ha diluido y el mercado está adaptándose a la situación actual de forma mucho más lenta.
A falta de datos referentes a Canadá y México, los volúmenes desde Asia hacia la costa oeste de Estados Unidos se han reducido un 3% desde enero, en comparación con los dirigidos a la costa este, que se han incrementado un 4%. Además, en el último trimestre de 2018, la disminución fue del 19%.
El hecho de que los operadores hayan priorizado el ejercicio anterior esa entrada al país para vencer los plazos antes de los aranceles supone también mayores contrastes a posteriori. En total, los envíos entre el continente asiático y la costa oeste han crecido un 6% en 2018, pero en 2019 será difícil llegar incluso a la mitad, en parte por la desaceleración económica en Estados Unidos.
En este sentido, se prevé una reducción de los inventarios y un menor ritmo de crecimiento en los envíos desde Asia. De hecho, los operadores han empezado a aplicar una política de cancelación de escalas en febrero y marzo, con la consecuente disminución de la capacidad disponible.
En cuanto a las últimas operaciones, destaca la ampliación del acuerdo de ZIM con la red 2M para cubrir también la costa oeste con los servicios TP8/ Orient y TP9/ Maple. A finales de marzo, la alianza ha empezado a utilizar el portacontenedores más grande que ha operado en Estados Unidos, el MSC Eloane, de 19.200 TEUs.
Renovación de los contratos
Actualmente, la industria, menos preocupada por los aranceles, está centrada en la renovación de los contratos anuales a partir del 1 de mayo. Una vez más, la cronología ha jugado en contra de las navieras, pues la caída de los precios no ha podido producirse en un momento más inoportuno.
Aunque trataron de reducir el tonelaje disponible, no fue suficiente y los precios entre Shanghái y Los Ángeles se situaban en la primera quincena de abril un 30% por debajo del valor alcanzado a principios de año.
En vista de que no podrán asegurarse ningún pequeño incremento en los precios de los contratos, tratarán de asegurarse de recuperar las cantidades invertidas para adaptarse a los nuevos límites de azufre en el combustible. Además, algunos tratarán de realizar algún pequeño ajuste al alza para garantizar al cliente una mayor cantidad de espacios en los momentos de mayor demanda.