El consumidor final como elemento disruptivo en los nuevos modelos logísticos

La volatilidad y la complejidad, antes excepción, son hoy norma en la industria de consumo con un mercado cada vez más exigente.

07/02/2014 a las 0:59 h

 

El consumidor como elemento disruptivoestudio comisionado por DHL y realizado por Lisa Harrington que puede descargarse en este enlace(formato pdf, de 9 páginas y 1 Mb)

El reciente informe “El consumidor como factor disruptivo” comisionado por DHL y realizado por Lisa Harrington, presidenta de lharrington Group LLC, insta a la industria de distribución y consumo a reevaluar su aproximación a la cadena de suministro y al modelo logístico con que se ha trabajado hasta ahora.

Según demuestra el análisis, la industria de consumo ha de cambiar ciertos parámetros logísticos si quiere sobrevivir al “efecto mariposa” creado por las decisiones de compra de los consumidores en el modelo ecommerce, que crece exponencialmente y que multiplica, además de otros muchos parámetros, los puntos de recogida y entrega de cada producto adquirido y los tiempos para hacerlo.

Las decisiones y preferencias de los consumidores son, según el informe, un elemento disruptivo en el mundo de la logística y la principal fuente de desajustes en las cadenas de suministro, que han adaptarse con rapidez al nuevo hábitat y  ganar en flexibilidad para evitar el incumplimiento de plazos de entrega de cara a un consumidor cada vez más exigente. 

El “efecto mariposa” que describe el informe se origina con un pequeño cambio en un punto muy localizado de la cadena de suministro que puede generar enormes e imprevisibles consecuencias para una empresa, incluso llegar a la pérdida de clientes, a malograr seriamente su reputación corporativa o generar pérdidas millonarias. 

El análisis “El consumidor como factor disruptivo” identifica las principales tendencias del sector consumo para ayudar a las compañías que lo forman a entender qué necesitan para hacer evolucionar sus cadenas de suministro y protegerse de posibles eventualidades. 

Tres tendencias fundamentales

El análisis comisionado por DHL identifica tres tendencias clave que están modificando la industria de consumo y los principales riesgos que entrañan.

Por un lado, el Big Bang disruptivo y su efecto “cascada”, la innovación y la continua revolución en los ciclos de producción y llegada al mercado de los productos son dos tendencias clave. 

Además vienen aceleradas por el acceso instantáneo a la información y el nuevo poder que ha adquirido el consumidor final, quien tiene la capacidad para, de forma casi automática, influir o dañar líneas completas de producto, e incluso nichos de mercado.

Por otro lado, el nuevo consumidor gana poder gracias a la ubicuidad digital. En 2016, la utilización de smartphones para realizar compras afectará a más del 21% de los comercios en Estado Unidos.

Los canales de compra online continúan cambiando, lo que añade incertidumbre y complejidad a los modelos de negocio de los retailers.

Y por último, el crecimiento de una nueva clase media global. El nivel de ingresos en los países emergentes se ha incrementado en un 96% entre 2000 y 2010, y se prevé que crezca un 45% adicional entre 2010 y 2016 creando una nueva ola de consumo para todo tipo de productos de consumo, desde los más básicos hasta los de gran lujo.

Estas tres grandes tendencias están motivando enormes cambios en la industria del consumo en general y, muy en particular, en cómo han de diseñarse y gestionarse las Operaciones logísticas y las cadenas de suministro.

Para Tom Kimball, vicepresidente senior del área Global Consumer Sector en DHL Supply Chain,en esta industria, uno se adapta mejor a la volatilidad cuantos menos  activos (en el balance, en los almacenes…) le lastran. Con un stock realista y bien gestionado se asegura, además, el acceso inmediato, y a gran escala, a toda la gama de productos. Está claro que los retailers y los fabricantes de productos de consumo deberían repensar sus cadenas de suministro sin perder de vista un aspecto clave: construir un amplio portfolio de opciones, diferentes soluciones de tolerancia a fallos y lo suficientemente flexibles como para garantizar la eficacia de los costes. Esto permitirá a las cadenas de suministro ser lo bastante resilientes para superar posibles shocks, ágiles para responder rápidamente a cambios repentinos o inesperados, flexibles para personalizar cada producto y eficientes para proteger los márgenes”.

 

 

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